En entrevista con Infobae, el general Eduardo Arturo Caldera Gómez sostiene que hoy se celebra el aniversario de la Fuerza Aérea e indica que “no hay razones históricas, profesionales y morales para cambiar la fecha de creación de la institución”.
Por Sebastiana Barráez/infobae.
Hoy, 10 de diciembre de 2020, la Fuerza Aérea de Venezuela cumple 100 años de su creación y de ahí proviene su aniversario. “La conmemoración del centenario de la Aviación Militar Venezolana ha sido perturbada y herida por una disgregación de varias generaciones. En particular, por la pretensión de borrar, a través de un decreto, el transitar de hombres y mujeres, hacedores de su historia, y cambiar su fecha de aniversario”, dice en entrevista exclusiva para Infobae el general de la reserva activa Eduardo Arturo Caldera Gómez.
Es enfático al decir que “no hay razones históricas, profesionales y morales para cambiar la fecha de creación de la institución a quien debemos agradecer siempre todo lo que ella nos ha dado. El aniversario de la Aviación Militar Venezolana es y seguirá siendo el 10 de Diciembre de 1920”.
Caldera Gómez, quien pertenece a la promoción 1971 de la Escuela de Aviación Militar, explica de dónde proviene la fecha de aniversario de la Aviación. Es porque el 10 de diciembre de 1920, consta en el acta, se inaugura la Escuela de Aviación Militar en la ciudad de Maracay, estado Aragua, cuna de los aviadores militares venezolanos.
“Por eso, este jueves, la Fundación ha desplegado una serie de actividades, que inician a las 10 de la mañana (hora Venezuela) con el acto Central, modalidad conferencia Zoom on line. Será una celebración virtual y habrá un acto presencial desde Miami. El programa contempla, entre otras cosas, entonar el Himno de la Fuerza Aérea Venezolana, también minuto de silencio en honor a los aviadores fallecidos, lectura del acta de instalación de la Escuela de Aviación Militar, salutación del Ala Chile de la Fundación 10 de Diciembre, presentación del Ala USA, reconocimientos y Discurso de orden”.
:quality(85)//cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/infobae/I3A5AXKYEJAVZAVHV6QLJI2ES4.jpg)
La Fundación 10 de Diciembre aglutina a cientos de oficiales de la Aviación
El General de Brigada (Av) Eduardo Arturo Caldera Gómez es graduado en la Escuela de Aviación Militar en 1971, promoción “Teniente Rafael María Ferrer Reyes”, siendo el segundo de 47 en el Orden de mérito. Tiene dos licenciaturas: Ciencias y Artes Militares, mención Aeronáutica 1971 y Ciencias Meteorológicas, Universidad de Buenos Aires, Argentina.
Fue docente en institutos militares de formación y capacitación profesional de la FAN. Fue Jefe del Servicio de Meteorología de la FAV y Representante Permanente de Venezuela ante la Organización Meteorológica Mundial, Director de la Escuela Técnica de la FAV y de la Escuela Superior de la FAV, también Comandante Logístico de la FAV y Agregado de Defensa de Venezuela en la Federación de Rusia. Pasó a retiro en julio 2001.
Eran de tela y madera
El general Caldera explica que “ocho años antes, el domingo 29 de septiembre de 1912, había surcado el cielo caraqueño el constructor y piloto norteamericano Frank Boland. Posteriormente, durante la Primera Guerra Mundial, (1914-1918), se incorpora la aviación como arma de guerra, inicialmente con el propósito de conducir tareas de reconocimiento y posteriormente se les añade armamento a esas frágiles aeronaves de tela y madera”.
Recuerda que “ahí destaca el alemán Manfred Von Richotfen (El Barón Rojo) en su legendaria escuadrilla donde estuvo el aviador venezolano Carlos Meyer Baldó, quien una vez finalizada la guerra, se convirtió en pionero de la aviación militar en Venezuela y quien lamentablemente falleció en un accidente aéreo sobre la ciudad de Maracay, el 27 de noviembre de 1933”.
El primer acontecimiento bélico mundial termina. “Florencio Gómez Núñez convence a su padre, el general Juan Vicente Gómez, para que Venezuela adquiera sus primeros aviones de entrenamiento y reconocimiento. Es así como Venezuela ingresa a la modernidad”.
“La novel aviación venezolana fue la consentida del caudillo Juan Vicente Gómez y siempre se mantuvo a la orden del entonces Ministerio de Guerra y Marina e independiente del Ejército. Por supuesto, con el apoyo logístico y de personal de su fuerza homóloga”.
:quality(85)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/infobae/HXUZNRBBVJB4BCVER2V4GWRR4U.jpg)
El primer bombardeo
No tiene dudas el alto oficial que, en este siglo de historia, la Fuerza Aérea Venezolana ha respondido a lo establecido a los preceptos constitucionales: garantizar la independencia y soberanía de la nación y específicamente, asegurar el dominio del espacio aéreo y cooperar con el desarrollo nacional en las áreas científicas, tecnológicas, económicas y sociales.
“Su importancia en apoyo a las fuerzas de superficie ha sido determinante en los diferentes eventos donde ha sido requerida. Así podemos destacar el primer bombardeo aéreo en Venezuela, el 12 de agosto de 1929, con el avión Breguet B-19 para detener la expedición abordo del vapor Falke, cuya intención era derrocar el gobierno de Juan Vicente Gómez”.
Resalta “el accionar disuasivo en los episodios de incursión de unidades navales foráneas en los islotes de Los Monjes, en septiembre de 1952, con el empleo de unidades de caza, reconocimiento y bombardeo, para que la flota invasora se retirara de las aguas territoriales de nuestro país”.
Igual situación, dice, se presentó con la incursión en aguas territoriales venezolanas de las Corbetas ARC Caldas e Independiente de Colombia en Agosto de 1987. “El sobre vuelo disuasivo de aeronaves de caza Mirage y F-16, conjuntamente con unidades de la Armada venezolana, fue factor determinante para detener la posible escalada belicista. Días de máxima tensión entre los dos países; afortunadamente llegó a un feliz desenlace, gracias a la actuación de las Fuerzas Armadas y al buen manejo diplomático”.
En la democracia
Para el general Caldera Gómez la FAV “fue un factor contribuyente en la defensa y preservación de la incipiente democracia en nuestro país, luego del derrocamiento del dictador Marcos Pérez Jiménez en 1958”.
“La década de los años 60 comienza con la escaramuza del general Jesús María Castro León en la toma de unidades militares en San Cristóbal, Táchira. Allí se utilizan aeronaves de bombardeo B-25 y Canberra, estas últimas como factor disuasivo y que no llegan a lanzar bombas debido a condiciones meteorológicas adversas”.
Pero luego ocurren las asonadas militares del Carupanazo (4 de mayo de 1962) y el Porteñazo (2-3 junio de 1962), “donde sí actúan unidades de la FAV en apoyo a las fuerzas de superficie”.
“Nuestra Fuerza Aérea también tuvo una importante y destacada actuación en apoyo a unidades del Ejército en la lucha antisubversiva de izquierda en las décadas de los 60 y comienzo de los años 70, con sus helicópteros y aeronaves de transporte y reconocimiento para derrotar en forma aplastante a los enemigos perturbadores de la democracia, apoyados por la izquierda continental. Héroes anónimos ofrendaron sus vidas en los teatros de operaciones del occidente y oriente del país para preservar la democracia”.
Refiere las intentonas golpistas del 04 de febrero y 27 de noviembre de 1992. “La FAV actuó como factor disuasivo y determinante para derrotar a los insurgentes. Es especialmente triste la nefasta fecha de luto y dolor del 27 de noviembre de 1992. Dejó cientos de fallecidos y heridos, discapacitados, aviones destruidos e infraestructura aeroportuaria dañada”.
:quality(85)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/infobae/K7DIQ3WW7JGN7OY5MDSKHXEKDA.jpg)
Considera que ese 27N “afloraron los resentimientos y el odio hasta el extremo de realizar un bombardeo a nuestra alma mater, la Escuela de Aviación Militar. Tan nefastos hechos tienen en su historia que el líder de la aventura golpista huyó, abandonando a sus subalternos”.
“Esa innoble acción resquebrajó los principios y valores impartidos en la Escuela de Aviación Militar. Ha sido un quiebre y un mal ejemplo para las nuevas generaciones. Desequilibrio del cual hoy no se ha recuperado la institución aérea”.
El altruismo
Es un convencido que la Fuerza Aérea Venezolana “ha contribuido con el desarrollo del país en varios factores, por ejemplo, en el programa de la Conquista del Sur, en apoyo de construcciones de pistas aéreas, construcción de carreteras, expediciones para la colocación de hitos para la delimitación de límites geográficos, expediciones científicas, integración de las comunidades indígenas al resto del país, transporte de insumos alimenticios, medicinas y otras actividades de acción cívica. Estas operaciones son permanentes”.
Da cuenta de la FAV destacándose “por su continuo apoyo logístico y de transporte de personal de rescate y médico en los desastres naturales nacionales e internacionales, una labor anónima y humanitaria de inmensa importancia”.
Cita las innumerables horas de vuelo para evacuar y preservar la vida de los damnificados de los deslaves ocasionados por las precipitaciones extraordinarias en la tragedia del Limón, Maracay, en septiembre de 1987 y la tragedia de Vargas en diciembre de 1999.
“Todo ello ha sido posible por la educación y la incorporación del vector tecnológico en los institutos de formación y capacitación para el recurso humano, sin ellos no se hubiesen alcanzado la operatividad y los avances tecnológicos en su devenir histórico. En los últimos años, la FAV ha dado un impulso a la modernización de los sistemas de defensa aérea, con la adquisición de nuevos sistemas de tecnología rusa y china”.
:quality(85)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/infobae/PWCXSBKKSFCOHJTYWNE4ABPYKE.jpg)
Finaliza diciendo que “hasta el año 1999, la Fuerza Aérea Venezolana, siempre mantuvo altos niveles de apresto operacional por encima de otras Fuerzas Aéreas del continente. Sus pilotos y técnicos lo demostraban en las operaciones combinadas de la región. Su participación en la Red Flag en USA, las Operaciones Unidas y otras similares, recibieron reconocimientos por su profesionalismo y destreza. Hoy lamentablemente no es así”.