Por Pedro Mosqueda

La guerra infinita, Nick Ut un fotógrafo ubicado en el sitio preciso en el momento preciso «disparó» su cámara aquel 8 de junio de 1972; era el fotógrafo de Associated Press que cubría la guerra de Vietnam y el bombardeo de la aviación surcoreana.

Plan Thi Kim Phuc, la niña del Napalm, desde ese infame acontecimiento no ha dejado de agradecer al fotógrafo Nick su actuación oportuna; no se conformó con la instantánea, fue más allá: soltó la cámara y se ocupó de ella y de los otros niños. Raudo y veloz cargó con la niña y amenazó con denunciar para que la ingresaran con la emergencia debida; la calificaban como desahuciada.

Desde entonces, Nick es para Thi Kim su tío preferido y se llaman por lo menos una vez a la semana.

Han transcurrido 50 años y toda la prensa mundial nos recordó que aquella tragedia sigue viva hoy día en Ucrania. La guerra siempre es la misma, no importa quien sea el agresor.

Ese acontecimiento afectó su vida emocionalmente, además de tener que vivir en un país comunista que usó sus imágenes como propaganda política.

Intentó suicidarse en 1982…

Estudió en Cuba y en un viaje a Moscú «desertó» junto a su esposo: aprovechó la escala en la isla canadiense Gander, una especie de parada obligada de los aviones que le dan la vuelta a la tierra por el Polo Norte.

Canadá la acogió y se sintió feliz de ser liberada, le contó tiempo después al New York Times.

Hoy día es una ciudadana ejemplar, convertida al cristianismo y dirige la Kim Foundation Internacional para recaudar fondos para niños afectados por la guerra.Tiene una gran tarea por delante…Da conferencias, escribe, ha recibido títulos honorificos y en 1994 la UNESCO la nombró Embajadora de buena voluntad. En adelante fue muy feliz.

En cuanto al fotógrafo y buen ciudadano, al año siguiente de su foto le fue otorgado el famoso premio Pulitzer y el World Press Photo, y el premio más importante: las portadas y el cariño de la gente.

Pedro Mosqueda

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