Los chilenos acuden a las urnas este domingo para elegir a los 50 redactores que escribirán una nueva constitución, cuyo texto deberá basarse en un texto elaborado por expertos designados por los partidos políticos.
Como es tradicional, entre los primeros electores en llegar a las mesas receptoras de votos, que funcionarán por 10 horas continuadas, hasta las 6 pm, fueron los de mayor edad, que acudían muy abrigados en una mañana fría en la capital chilena.
Además, centenares de personas formaron largas filas ante comisarías para dejar constancia de que están lejos de su lugar de sufragio. Como la participación obligatoria, quienes no lo hagan arriesgan multas que van desde los 31,000 a los 189,000 pesos (38 a 230 dólares).
Entre los primeros en votar estuvo el presidente Gabriel Boric, que lo hizo en Punta Arenas, al sur de la capital chilena. Tras sufragar declaró que, sea cual sea el resultado de la elección, “configura un avance para el país donde hemos sido capaces en darle continuidad a un proceso que no ha sido fácil”.
El actual es el segundo proceso constituyente que viven los chilenos tras el fracaso del primero en septiembre pasado, cuando un contundente 62% del electorado rechazó un primer texto elaborado por una convención izquierdista.
“Esta vez no hay margen de error”, enfatizó el mandatario, que añadió que como país “tenemos una oportunidad histórica para reconciliarnos después de las fracturas que hemos vivido”.
La de esta jornada es la séptima elección en que participan los chilenos desde el estallido social de 2019, que abrió el camino para reemplazar la constitución vigente impuesta en 1981 por una dictadura militar (1973-1990).
Fuente: EFE