Es el mismo país. Por un lado ingresa ayuda humanitaria a Venezuela para evitar que una parte de la población se muera, por otro salen toneladas de oro y cargamentos de petróleo. Eso en resumidas cuentas es el chavismo ejerciendo el poder. Una medida de su fracaso. Así lo reseña alnavio.com

El mismo día que arribaba a Venezuela el primer lote de ayuda humanitaria al Aeropuerto Internacional de Maiquetía, la agencia de noticias Bloomberg reportaba la exportación de 400 millones de dólares en oro, presumiblemente de las reservas internacionales.

Con ese monto el Estado venezolano podría perfectamente pagar varias veces toda la ayuda humanitaria que está ingresando al país. Pero así opera el régimen de Nicolás Maduro. Como las satrapías africanas del siglo XX que por un lado saqueaban sin misericordia a sus naciones y por el otro recibían ayuda económica.

Las ganancias obtenidas por la venta de esas toneladas de oro no están ingresando a las cuentas públicas nacionales sometidas a escrutinio y control parlamentario, sino a otras manejadas de manera opaca y personalmente por funcionarios de la estricta confianza de Maduro. E indican, por otra parte, que el flujo de ingresos en divisas duras a cambio de los recursos del país sigue fluyendo. Probablemente no como lo ha hecho en las últimas dos décadas (no hay que olvidar que Venezuela viene del boom petrolero más prolongado de su historia), pero es muy revelador que el oro venezolano y la ayuda humanitaria cruzan sus caminos en direcciones distintas casi en el mismo momento.

Por Pedro Benítez

 

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