Las extorsiones son un delito común en el Zulia que pocas veces se denuncia, por miedo a represalias ya que quienes se niegan a aceptar las exigencias de los delincuentes, reciben lo que llaman, “el parlamento” que muchas veces significa, disparos contra la residencia o negocio de la víctima, o en el peor de los casos, la muerte.
En el más reciente hecho, un ganadero del municipio La Villa del Rosario que por seguridad no identificaremos, recibió ese tipo de amenazas, que se derivó en 17 impactos de bala contra su residencia, su delito fue, no pagar a los antisociales lo que exigían a cambio de “seguridad”.
El presidente de la Federación de Ganaderos del Sur del Lago Fegalago Armando Chacín, desde que está en el cargo, hace más de dos años, solicita de las autoridades, planes efectivos de vigilancia y seguridad debido a que producir alimentos en el país se ha convertido en una carrera por sobrevivir. Citó el ejemplo de la vía Machiques – La Villa, desde el kilómetro 18 hasta el 40, hay bandas dedicadas a disparar a las camionetas, vehículos usados por los productores agropecuarios, para procurar se detengan y así asaltar a sus ocupantes.
Esta inseguridad también origino un éxodo, los ganaderos abandonan sus fincas ante la imposibilidad de ponerlas a producir, por supuesto generando un daño adicional al ya mermado sistema de generación de alimentos en la que hasta hace unos años era la Despensa de Venezuela, la zona sur del lago de Maracaibo.