Brendan Fraser ganó el Oscar como mejor actor por “The Whale” (“La Ballena”), un papel transformador en el que revivió una carrera brillante.

“Empecé en este negocio hace 30 años y las cosas no me resultaron fáciles”, dijo Fraser, emocionado. “Solo quiero decir gracias por este reconocimiento”.

Fraser, al igual que los otros cuatro nominados en la categoría de mejor actor, era un nominado por primera vez, algo que no ocurría desde 1935. Los otros nominados fueron Austin Butler por “Elvis”, Colin Farrell por “The Banshees of Inisherin” (“Los espíritus de la isla”), Paul Mescal por “Aftersun”, y Bill Nighy por “Living” (“Vivir”).

En la película, Fraser interpreta a Charlie, un recluso profesor universitario de letras inglesas, gay, que pesa 270 kilos (600 libras) y busca recuperar la relación con su hija adolescente.

Fraser ha dicho que previamente en su carrera no habría tenido la experiencia de vida o la angustia para interpretar auténticamente a un personaje que vive con tristeza, dolor y obesidad amenazantes para la vida.

La interpretación de Fraser le valió ovaciones de pie en los festivales de cine de Venecia y Toronto, y los elogios continuaron aumentando durante el otoño y el invierno. Además de recibir las mejores críticas de su carrera, obtuvo un premio SAG del Sindicato de Actores de la Pantalla por su actuación. A lo largo de todas estas galas, ha dado emotivos discursos de aceptación, sin miedo a llorar algunas veces.

Su historia es la de un gran regreso y eso es algo que Hollywood adora.

El actor canadiense-estadounidense de 54 años saltó a la fama a principios de la década de 1990 con la comedia “Encino Man” y el drama “School Ties” (“Código de honor”). También fue astro de la trilogía de “George of the Jungle” (“George de la jungla”) y de “The Mummy” (“La momia”), en la que compartió créditos con Michelle Yeoh quien ganó el domingo el Oscar de mejor actriz. Hizo papeles dramáticos en “Gods and Monsters” (“Dioses y monstruos”), “The Quiet American” (“El americano impasible”) y “Crash” (“Alto impacto”), ganadora del Oscar como mejor película en 2006.

Pero también estuvo en proyectos que fracasaron.

Y Fraser casi desapareció. Pasó varios años fuera de la pantalla grande lidiando con una serie de asuntos personales relacionados con su divorcio, la muerte de su madre, problemas de salud y como víctima de un supuesto comportamiento sexual inapropiado por parte del entonces presidente de la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood, que otorga los Globos de Oro. Como resultado, Fraser boicoteó los Globos este año.

Fraser comenzó a recuperar el impulso de su carrera con una serie de programas de televisión por cable antes de aparecer en la película del director Steven Soderbergh “No Sudden Move” (“Sin movimientos bruscos”) hace dos años.

 

 

 

 

Fuente: Unión Tribune

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