La crisis económica ha impedido que se instaure en el país un clima electoral propicio para realizar las elecciones presidenciales el próximo 22 de mayo ya que casi dos tercios de la población vive en la miseria y la población está concentrada en resolver los conflictos diarios que provoca la hiperinflación, escasez de alimentos, efectivo y medicinas.

Así lo reseñó la agencia EFE, acotando que el presidente Nicolás Maduro no ha salido de Caracas, limitando sus acciones de campaña y enfocándose en discursos donde promete poner fin a la crisis que comenzó cuando asumió su mandato. 

Las elecciones fueron convocadas por la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) aunque este órgano es señalado de ser fraudulento y no es reconocido por una gran parte de la comunidad internacional, generando el rechazo de las elecciones a realizarse en mayo.

Por su parte, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) y el Frente Amplio Venezuela Libre repudian las elecciones y han llamado  a los contendientes de Maduro a retirarse porque dicha acción serviría para no “convalidar” la dictadura, pero los candidatos (Henri Falcón, Javier Bertucci, Reinaldo Quijada y el empresario Luís Alejandro Ratti) mantienen sus candidaturas.

Los candidatos Falcón y Bertucci recorren el país en sus campañas electorales y han logrado reunir bastantes adeptos, aunque muy por debajo de los estándares acostumbrados en el país en época electoral.  Ambos, sin embargo, aseguran poder derrotar a Maduro, asegurando que las presidenciales son la única vía para salir de la crisis.

Mientras los candidatos hacen campaña electoral, asegura la agencia de noticias, los ciudadanos hacen colas a diario para obtener comida y en las farmacias y bancos para medicina y efectivo. mientras, el Gobierno resuelve sus problemas tras cancelar vínculos comerciales con Panamá y romper relaciones diplomáticas. 

Williams Dávila, presidente de la Comisión de Asuntos Internacionales del Parlamento del Mercosur, aseguró que dicha medida puso en evidencia a Maduro por no querer luchar contra la corrupción y el blanqueo de capitales. Por su parte, el gobierno panameño interpretó esta acción como una reacción política que carece de sustento”, adoptada por Caracas “en represalia a las acciones anunciadas por Panamá”.

Esta acción se debe a que en días pasados, el gobierno de Panamá publicó una lista de 55 ciudadanos venezolanos políticamente expuestos y 16 empresas porque suponen un “alto riesgo en materia de blanqueo de capitales, financiamiento del terrorismo y financiamiento de la proliferación de armas de destrucción masiva“.

Vía Caraota Digital

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