Miembros de la MUD, diputados, periodistas, lobbistas y empresarios, confabulan para que Trump desmonte las sanciones a la dictadura de Nicolás Maduro.

 

Francisco Rodríguez, jefe del área económica de Torino Capital, fue seguidor de Hugo Chávez, jefe de la oficina de Economía y Finanzas del parlamento en el año 2000, y asesor de campaña de Henri Falcón en el último fraude electoral presidencial. (Venepress)

Regla número uno de apaciguamiento y lavado cerebral: vuelca la opinión pública a tu favor, hazte de los medios para transmitir una idea, propágala, hazle creer a la masa que se trata de una opinión compartida, una vez instalada esta idea, actúa, nadie te reprochará.

En política las casualidades no existen, existen las causalidades.

“(…) las sanciones están poniendo al país en riesgo de una catástrofe humanitaria”, Francisco Rodríguez, Torino Capital.

“Resulta inaceptable justificar sanciones que obviamente incrementan el sufrimiento de la población”, Luis Vicente León, Datanalisis.

Venezuela está en riesgo de hambruna por las sanciones de EEUU, titular de Al Navío (medio que ostenta las firmas de diferentes actores, que recientemente signaron una carta en apoyo a la gestión de Juan Guaidó frente a la crisis, llamando a combatir a los “guerreros del teclado”).

“Hoy en día las sanciones están haciendo estragos en el país”, Timoteo Zambrano, diputado de la Asamblea Nacional, MUD.

“Sanciones de EE. UU. causan enorme daño al pueblo venezolano”, Thomas Shannon, asesor en el bufete Arnold & Porter, representante legal del Gobierno interino de Juan Guaidó.

“Muerte de niños en espera de trasplante es por culpa de las sanciones”, Jorge Arreaza, canciller del Gobierno usurpador.

 “Las sanciones de EEUU buscan asfixiar financieramente a todos los venezolanos y a todas las venezolanas”, Nicolás Maduro, dictador de Venezuela.

Existe una verdad que se destapa a gritos, tan así que podría considerarse un axioma, y es que el régimen de Maduro se ha mantenido en el poder para, por y gracias al dinero. El dinero lo mueve todo. El dinero ha corrompido las bases fundacionales de nuestra República. El oro negro ha ensuciado los procesos de transparencia en Venezuela. Esa misma fiebre del oro es la causante de esta histeria colectiva, que solo podía terminar de la forma paupérrima y lamentable que vivimos hoy en día.

Tal parece que, la fiebre del oro no acaba, es una enfermedad que destruye sociedades, pero que definitivamente no entorpece la salud de quienes la detentan, sino de quienes les rodean. La lógica más sencilla de creer sin ningún tipo de apaciguamientos, sería que todos los que dicen oponerse a Maduro, se oponen a Maduro, pero la verdad no persigue a la lógica, y esa afirmación tan banal no encuentra resultados en este siglo XXI de trampas y arbitrariedades. Si existen miembros de la dictadura, miembros de la “oposición”, “empresarios independientes” y “analistas económicos” (nótese las comillas), advirtiendo sobre las incidencias de las sanciones a Venezuela, créanme, nada de eso es casualidad, no existen hechos aislados en política.

Ahora, antes de avanzar en los señalamientos de intereses por parte de cada emisario de opinión, cabe acotar que no todos persiguen los mismos fines o protegen los mismos beneficios, pero sí hay una agenda común: desmontar las sanciones para recibir su cuota de felicidad.

Extraoficialmenteel régimen habría pedido a la MUD que le solicite a EE. UU. levantar las sanciones en su contra, siendo este uno de los requisitos primordiales para aceptar ir a elecciones. De allí provendría la nueva campaña comunicacional por parte de emisarios y diputados de la Mesa de la Unidad, que busca mostrar las sanciones como la afrenta que causa el padecimiento de todos los venezolanos, y no el mal manejo, la corrupción y el socialismo del siglo XXI implantado por el chavismo.

Existen intereses aislados: dinero, espacios y acuerdos políticos, legitimación de imagen, cobros de bonos congelados y libertad para seguir comerciando con la dictadura. Estos intereses aislados, con o sin intención, persiguen un interés en común: la perpetuación definitiva de la dictadura de Maduro.

Francisco Rodríguez ha sido uno de los primeros en apoyar esta canallada, publicando en The New York Times(diario que enfocado en atacar a Trump, no le importa hacer de la geopolítica un maremoto) un artículo que fue publicado en inglés con el siguiente título: Trump Doesn´t Have Time for Starving Venezuelans. Sin embargo, la versión en español fue mucho más moderada con el titular ante los ojos de los lectores de habla hispana: Las sanciones contra Venezuela tienen una verdad incómoda.

 

 

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