Cada día se percibe más lejos la posibilidad de que las familias carabobeñas puedan preparar en diciembre sus hallacas, pues los precios de sus ingredientes han subido demasiado y algunos no se consiguen por su condición de ser importados.

En el Mercado Periférico de La Candelaria funcionaban varios puestos dedicados a la venta de aceitunas, alcaparras y pasitas, pero todos cambiaron de ramo por los elevados precios de estos productos, que no dejan de aumentar.

En un solo local se ofrecía este lunes las cajitas rojas de pasitas a 25 mil cada una, las que se vende por kilos no se veían en ningún puesto. Hasta la vendedora estaba asombrada por el precio, y consciente de que muy poca gente la puede comprar.

Benilde Sarmiento informó que el kilo de aceitunas cuesta 500 mil bolívares y los vendedores deben adquirirlos por cuñetes para ofrecerlas. Por cada cuñete deben cancelar 20 millones de bolívares, cifra que prácticamente no tiene nadie en ese mercado.

Según dijo, con las alcaparras pasa algo similar, aunque el kilo sale un poco más económico, es decir 300 mil bolívares. Aunque no es importada, la cebolla se ofrece en 40 mil bolívares el kilo, y el pimentón en 35 mil. El cebollín cuenta 20 mil, pero de este se puede comprar pocas cantidades.

Si a esto le sumamos el hecho de que un kilo de carne oscila entre 47 mil y 80 mil bolívares, fácil podremos deducir que muy pocas familias prepararán hallacas en diciembre.

La situación de los ingredientes del principal plato típico navideño de los venezolanos está tan difícil, que ni siquiera es fácil conseguir las hojas de plátano.

Juan de Dios González aseguró que a principios de noviembre compró cien kilos de hojas y los perdió por completo. Sus potenciales clientes le decían que primero iban a comprar la carne y el pollo, pero cuando veían los precios de estos productos alimenticios, huían del mercado.

Según dijo, eso le sirvió de experiencia y ahora solo volverá a comprar hojas para vender, si ve movimiento en otros puestos.

El otro problema que tienen que enfrentar las familias carabobeñas, al igual que el resto del país, es abastecerse de harina de maíz, lo cual resulta cuesta arriba en la mayoría de los casos. Los precios de este producto se elevan a diario, sin que nadie pueda hacer algo para detenerlos.

En un supermercado de cadena ubicado en la avenida Bolívar norte, se estaba ofreciendo las alcaparras, a 110 mil bolívares el kilo.

Vía ElCarabobeño.com

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