Repercusión en precios de insumos para la actividad ganadera pone en riesgo permanece de producción. La tasa trepa a 73 mil bolívares sin control oficial
En menos de una semana en las fincas del Zulia, un saco de arroz de mesa, para dar de comer a los trabajadores de ordeño y faena aumentó de 380 mil bolívares a 510 mil. Y no fue lo único, así sucedió con los precios de vacunas, repuestos, insumos para la ganadería y bienes. En más del doble se dispararon, “porque el dólar paralelo está indetenible”, acusa Armando Chacín, presidente de Fegalago, en conversación con La Verdad.
Detener. Frenar la aceleración de la divisa en el mercado ilegal parece misión imposible. Y es que el Gobierno aún no instaura la política de contención. “No hay capacidad de tomar decisión”, reclama ante la arremetida del dólar que trepa a los 73 mil bolívares, con tendencia a escalar los 100 mil bolívares en diciembre.
Chacín pide medida contra el impacto que tendrán los productos. Un tasa oficial que sea creíble y responda a la demanda de divisas para la importación de insumos. “Un dólar con parámetros. Muchos en el Gobierno echan la culpa a una página. ¿Quién manda sobre ese dólar? Hablan de ‘guerra económica’ pero no vemos una medida. Toman es ir detrás de un carnicero, de la industria o controlar precios. Esa no es una medida económica”.
Mientras el Gobierno se jacta de controles, la escapada del dólar mella la producción. “Cómo se compra un antibiótico de alto espectro para las vacas si un día está a 650 mil bolívares y luego lo consigues a un millón 200 mil, casi el doble. Y hay que tenerlo para cumplir con el programa sanitario. Es difícil tener un plan si todos los días aumentan los precios”.
Advierte que los costos ya tienen consecuencias en la actividad. Los resultados de apenas cubrir 40 por ciento del consumo de carne y la baja en leche son evidentes. “Es difícil mantenerse” con precios del ganado en pie en 14 mil bolívares el kilo e insumos sanitarios que cada día suben.
Y con repuestos para máquinas sumergidos en el comportamiento del dólar y la inflación, que en unos días cuesta 750 mil bolívares un caucho para tractos, y cuando es necesaria la reposición está a 25 millones de bolívares, “Y nadie tiene solución”.
El presidente de Fegalago insta una política cambiaria. “Es un llamado a la conciencia, dejar lo populista y atender los problemas del país. El Gobierno tiene que buscar el éxito de la política económica, porque el éxito de ellos es de los venezolanos. No vamos a dejar de ir a las reuniones, pero muchas veces perdemos las esperanzas. No hemos conseguido ni una tuerca”.