El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, prometió este martes 1 de junio en un discurso a la nación -en el marco de su segundo año de mandato- que no permitirá que el país retroceda al sistema que generó delincuencia, corrupción y pobreza mientras que «Dios me dé fuerzas».

 

«Nunca más vamos a regresar al sistema que por dos siglos nos hundió en la delincuencia, en la corrupción, en la desigualdad y en la pobreza, nunca más. No se hagan ilusiones, mientras Dios me dé fuerzas, no lo voy a permitir», dijo Bukele en su discurso ante la Asamblea Legislativa que fue trasmitido en cadena nacional de radio y televisión.

 

El mandatario, que aseguró que El Salvador ha entrado en una «nueva etapa» y que debe vencer al «aparato ideológico» de antiguos Gobiernos, no entró en detalles ni explicó si esto implica buscar la reelección. La Constitución salvadoreña prohíbe la reelección inmediata y la jurisprudencia constitucional establece que un presidente solo puede buscar un nuevo mandato 10 años después de salir del Ejecutivo.

 

Bukele, al criticar a las administraciones anteriores, afirmó que el país tuvo una «democracia falsa», a pesar de que ese mismo sistema fue el que le permitió llegar al Ejecutivo en junio de 2019, y añadió que hasta antes de su llegada al poder «todo era un teatro» y era «cinismo e hipocresía».

 

EL PRIMER DISCURSO

Esta es la primera vez que el mandatario se presentó al Congreso para rendir cuentas sobre su gestión, pero en su discurso se limitó a criticar a sus adversarios, a la comunidad internacional y fue escueto en mencionar las acciones que en su Gobierno se han implementado.

 

Bukele explicó que El Salvador ha dejado de ser uno de los países más violentos del mundo y que en medio de la pandemia se rompió la brecha digital. De acuerdo con cifras del Gobierno, El Salvador registra una sensible baja en los homicidios y atribuye esto a un plan de Control Territorial, cuyo contenido no se conoce. El presidente tampoco hizo referencia en su discurso, de poco más de 30 minutos de duración, a la situación de derechos humanos, transparencia, lucha contra la corrupción y la separación de poderes.

 

La última vez que Bukele llegó a la sede el Congreso fue el 9 de febrero de 2020 cuando ingresó escoltado por militares y policías armados con fusiles para, según reconoció más adelante, presionar a las bancadas legislativas para la aprobación de un préstamo millonario.

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