Recientemente, en Madrid (España), se dio a conocer el caso de Luis Alberto Ramírez, un venezolano que supuestamente se “inventó” una vida como cónsul y espía para extorsionar e incluso estafar a otros compatriotas en el país europeo.

Como consecuencia, Ramírez fue considerado como el “Pequeño Nicolás” venezolano, en referencia a un reconocido impostor español. Sin embargo, para AL Navío, el apelativo le sienta mejor a Nicolás Maduro Guerra, hijo del líder chavista, Nicolás Maduro Moros.

Pese a su juventud, tiene 29 años de edad, “Nicolasito” es un poder casi consolidado en Venezuela: ejercer el liderazgo de las juventudes del PSUV. Además, es diputado constituyente. También se desempeñó como jefe del Cuerpo Especial de Inspectores de la Presidencia de la República y coordina la Escuela Nacional de Cine.

El diputado Américo De Grazia afirmó, recientemente, que Maduro Guerra es el “rey del coltán”, es decir, de la explotación de minas ilegales en el Arco Minero. Para De Grazia, además, el hijo del líder madurista estaría detrás del contrabando de coltán venezolano hacia Italia denunciado el pasado abril.

Así mismo, Maduro Guerra es señalado de saquear el oro venezolano de forma ilegal. Así lo señaló Christopher Figuera, exjefe del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin). De hecho, aseguró que el hijo del mandatario chavista estableció un monopolio comprando oro de mineros artesanales a precios muy bajos para luego venderlo muy elevado en el Banco Central de Venezuela (BCV).

Por tal motivo, de ser ciertas todas estas acusaciones, Maduro Guerra tiene suficientes condiciones para ser considerado el “Pequeño Nicolás” venezolano, apelativo que el diario El País le otorgó a Luis Alberto Ramírez.

Con información de AL Navío

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