Respecto a Venezuela, las fuentes lo señalan como uno de los países donde el control territorial por parte de grupos criminales es notable. Es identificado explícitamente como uno de los países en América Latina y el Caribe con los niveles más altos de «exceso» de violencia letal. La banda criminal Tren de Aragua tuvo su origen en las cárceles de Venezuela, ilustrando el problema de las prisiones bajo control criminal, problema que se presenta en varios países de la región.
A pesar de estos desafíos, el informe observa que Venezuela ha experimentado una mejora significativa en su tasa de homicidios en los años más recientes disponibles.
Las remesas personales constituyen un porcentaje alto del PIB para Venezuela, lo cual la conecta con las dinámicas migratorias regionales, que el informe menciona como afectadas por el crimen.
El informe enfatiza que América Latina y el Caribe debe priorizar la lucha contra el crimen organizado de manera urgente. Las recomendaciones generales para la región incluyen:
- Fortalecer la capacidad del Estado en cárceles, policía y sistemas de justicia, que a menudo son débiles o están capturados.
- Implementar intervenciones de prevención focalizadas en jóvenes en riesgo.
- Mejorar la comprensión del fenómeno a través de mejores datos e investigación, pues la falta de información adecuada obstaculiza la acción estatal efectiva.
- Fomentar la coordinación interinstitucional, multinivel e internacional.
- Abordar las causas profundas, como la falta de oportunidades y la desigualdad política, que alimentan el crimen.
- Priorizar los crímenes más dañinos para la sociedad dados los recursos limitados del Estado