En este tiempo los fieles están llamados a trabajar de manera especial en la conversión personal, exhortación que durante la imposición de las cenizas expresa el sacerdote con las palabras: «Convertíos y creed en el Evangelio«, de acuerdo a lo reseñado por el portal Aciprensa.
Este primer miércoles de Cuaresma se caracteriza porque los fieles se dibujan una cruz en la frente, en señal del inicio de la Semana Mayor con la expresión «Acuérdate que eres polvo y al polvo volverás» se recuerda la caducidad y fragilidad de la vida humana en la que la muerte es un destino inevitable.
El Miércoles de Ceniza tiene su origen en el judaísmo. Los más acérrimos creyentes tenían por costumbre cubrirse con cenizas cuando habían pecado o, en cambio, como método de preparación para una festividad relevante. Sea como fuere, era una forma de acercarse a Dios y alejarse de los pecados.
En el siglo IV, en concreto en el año 384 a.C., la Cuaresma pasó a ser considerada como algo penitencial para los cristianos. Como explica catholic.net, fue ya en el siglo XI cuando Roma hizo que fuese tradición cubrir la frente con cenizas.
Según la Iglesia católica, los creyentes deben adoptar una postura férrea desde el Miércoles de Ceniza, optando por la abstinencia y el ayuno tanto en esta festividad como todos los viernes hasta la llegada del Domingo de Resurrección, que este 2023 será el 9 de abril. Sobre la abstinencia, se trata de no consumir carne y, respecto al ayuno, realizar una sola comida al día, eso sí, suficiente para saciar el apetito el resto de la jornada.
- Reconocer que somos pecadores y hemos ofendido a Dios y el prójimo
- Manifestar ante la comunidad nuestro sincero arrepentimiento
- Manifestar públicamente nuestro compromiso al cambio
- Comprometernos a hacer penitencia por nuestros pecados
- Disponernos para recibir el sacramento de la reconciliación
- Recordar que como humanos tenemos un principio y un fin