Ante la falta de autobuses, un grupo de trabajadores trató de resolver el regreso a casa pidiéndole el aventón al chofer de un camión volteo. El afán de llegar a encontrarse con sus familias se diluyó en un choque en plena represa de Macagua que mató a cuatro de ellos y dejó más de diez heridos. Fue una  muestra de la culpa de un gobierno indolente que condena a los ciudadanos a una vida miserable y, en los peores casos, a la muerte. Este hecho fue una muestra de ello, reseña Correo del Caroní.

Por Marcos David Valverde/@marcosdavidv

Un par de horas después del accidente, el papá de Luis Guillermo Padilla esperaba en la entrada del área de emergencia del Hospital Uyapar, de San Félix. Estaba tranquilo: pensaba que a su hijo lo estabilizaban.

“La pierna la tiene mal pero está fuera de peligro”, decía. Pero no pasaron ni cinco minutos cuando sus gritos resquebrajaron el silencio tenso que imperaba: Luis Guillermo murió. Fue una de las víctimas del accidente que en la tarde de este miércoles convirtió a Ciudad Guayana en foco noticioso.

Cuatro personas murieron en lo que fue consecuencia de la falta de un servicio de transporte público digno en Ciudad Guayana. Las protestas ciudadanas de los últimos meses no fueron suficientes para que hubiese soluciones, y este miércoles la situación dejó sin vida a cuatro personas.

Todo comenzó en la esquina del conjunto residencial Parque Loefling, antes de las 5:00 de la tarde. Un grupo de obreros esperaba un autobús del transporte público que no llegó. Cuando vieron un camión tipo volteo, que manejaba Larry Mujica, le pidieron un aventón. Más de diez personas se montaron en la zona de carga.

“Como no hay carro, ellos pidieron la cola a un señor. Entonces se paró y ellos se montaron atrás en la batea. Es un volteo”, relató uno de los bomberos que atendió a las víctimas.

Pocos kilómetros más adelante, en la avenida Leopoldo Sucre Figarella y exactamente sobre los aliviaderos de la represa Antonio José de Sucre, el camión chocó contra el muro de defensa.

Testigos y sobrevivientes relataron que el accidente ocurrió cuando explotó el caucho delantero izquierdo del camión. De cualquier modo, ese fue el principio de la tragedia para muchas familias.

 

Los cauchos del camión: accidente anunciado
Los cauchos del camión: accidente anunciado

 

“Él estaba hablando” 

Sobre el asfalto quedaron los cadáveres de Daniel Farfán y de Luis Salazar. Farfán murió al instante. Salazar, minutos después. Incluso, habló con su familia por teléfono y avisó que había tenido un accidente. Su hija relató que murió a los minutos.

Algunos heridos quedaron debajo del camión. Quienes auxiliaron tuvieron que levantar el vehículo con gatos hidráulicos para sacarlos.

Funcionarios de Bomberos de Caroní, Policía del estado Bolívar, Guardia Nacional, Patrulleros de Caroní y Tránsito Terrestre llegaron al lugar del accidente.

Al Hospital Dr. Raúl Leoni, en Guaiparo, llevaron, al menos, a ocho lesionados, incluyendo el conductor del camión, que ahora está bajo custodia policial. Al Hospital Uyapar llevaron a cinco.

Wiliam López, Yornelis Bermúdez, José Cedeño, Elpidio Ramón (sin apellido confirmado), Javier Rondón, Jonathan Carrasquel, Ezequiel Requena, Julio Pérez, Carlos Villalba, Luis Padilla, Henry González y Jesús Cedeño, además de otra persona sin identidad confirmada y el conductor del camión, fueron los heridos, especificó Protección Civil Caroní.

Después de las 6:00 de la tarde murieron Padilla y Julio Pérez Maita, quien fue identificado por un amigo que vio el lamentable incidente desde otro vehículo que circulaba por la arteria vial en el momento del hecho.

Mil veces dicho 

A través de Twitter, los guayaneses recordaron que hace ocho años una perrera cayó al río Caroní. Aquel accidente, de julio de 2009, dejó más de 15 muertos.

La Alcaldía de Caroní, entonces dirigida por José Ramón López, restringió por unos meses la circulación de las perreras y prometió un sistema de transporte digno.

En 2015, en plena campaña para las elecciones de diputados de la Asamblea Nacional, Nicolás Maduro inauguró el sistema de buses de transporte rápido (BTR) que, en la realidad, solo fue un montón de paradas sin servicio eléctrico que sirvieron nada más que para destrozar avenidas de la ciudad.

El fracaso en el tema del transporte (especialmente, responsabilidad de las gestiones de Francisco Rangel Gómez) se han extendido hasta hoy. Durante los últimos meses, las protestas por transporte se han vuelto rutinarias en Ciudad Guayana. Pero quien no reclama, busca la manera de regresar a su casa.

Eso fue lo que hizo este grupo de obreros: tratar de llegar a sus respectivos hogares. Pero pasó lo que muchos advirtieron y temieron: el indigno sistema de transporte público llevó a que cuatro guayaneses arriesgaran sus vidas. Las perdieron, un día después de que Justo Noguera, en plan propagandístico, anunciara que habían llegado seis nuevos autobuses para que Transbolívar funcione mejor en Ciudad Guayana.

Vía LaPatilla.com

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