El director ejecutivo de Amnistía en EEUU, Paul O’Brien, dijo hoy en un comunicado que ese despliegue de tropas es «enormemente alarmante» y muestra «que la Administración Trump está dispuesta a hacer lo que haga falta, incluso desplegar fuerzas militares, para castigar a quienes hablen en defensa de los derechos humanos».
En ese sentido, consideró que el despliegue no trata de «proteger» comunidades sino de «aplastar la disidencia e infundir miedo», y aseguró que la «militarización del control de la inmigración y en respuesta a personas que ejercen su derecho a la libertad de expresión» no tiene cabida en un país democrático.
«Llamar a la Guardia Nacional sin que lo hubieran pedido las autoridades locales exacerba las violaciones de derechos humanos generalizadas que ya se están cometiendo con la Administración Trump y que incluyen arrestos ilícitos, detenciones multitudinarias y deportaciones masivas, expulsiones a prisiones peligrosas en otros países, la represión de la libertad de expresión, separaciones familiares y la negación del debido proceso», sentenció.