
El juez de distrito estadounidense James Boasberg le dio a la administración Trump una semana para detallar cómo facilitaría la presentación de impugnaciones legales por parte de los deportados.
Su fallo no llegó a ordenar expresamente a la administración Trump que devuelva a Estados Unidos a los cientos de migrantes venezolanos que se encuentran actualmente detenidos en una mega prisión en El Salvador.
En su fallo, Boasberg escribió que los individuos fueron deportados sin notificación adecuada ni derecho a impugnar sus expulsiones.
“Ese proceso –que fue retenido indebidamente– ahora debe serles otorgado”, escribió Boasberg.
Los venezolanos fueron deportados en marzo después de que el presidente Donald Trump, un republicano, invocara la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798 para deportar rápidamente a presuntos miembros de la pandilla Tren de Aragua sin pasar por los procedimientos normales de inmigración.
El fallo de Boasberg del miércoles es el primero que aborda el destino de estos detenidos.
Ni la Casa Blanca ni el Departamento de Justicia respondieron de inmediato a las solicitudes de comentarios.
Los familiares de muchos de los venezolanos deportados el 15 de marzo y sus abogados niegan cualquier vínculo con pandillas y dicen que no se les dio la oportunidad de refutar las acusaciones de la administración Trump en los tribunales.