León XVI recuperó este rito en el que la ciudad de Roma homenajeaba al pontífice recién elegido y antes de llegar a la basílica de San Juan de Letrán, catedral de Roma, para la toma de posesión como obispo detuvo el vehículo en el que viajaba a los pies de la escalinata para saludar al alcalde, Roberto Gualtieri, y bendecir a los romanos.

«Al iniciar oficialmente mi ministerio como Pastor de esta Diócesis, siento la grave pero apasionante responsabilidad de servir a todos sus miembros, teniendo en el corazón, en primer lugar, la fe del pueblo de Dios y, después, el bien común de la sociedad», dijo

Y agregó: » Hoy puedo decir que ¡para vosotros y con vosotros soy romano!»

También instó a mantener «el cuidado de la dignidad humana» y «especialmente hacia los pequeños, los débiles y los pobres».

Y deseo «que Roma, incomparable por la riqueza de su patrimonio histórico y artístico, se distinga siempre también por aquellos valores de humanidad y civilización que toman su savia del Evangelio» y concluyó impartiendo la bendición apostólica sobre esta ciudad y sobre todos sus habitantes.

Por su parte, el alcalde de Roma aseguró que la ciudad está lista para acompañar al papa, «para ayudar a afirmar el paradigma de una nueva política, de nuevas relaciones entre los pueblos y los Estados, de un modelo social mejorado».

«Este mensaje es el precioso testimonio que el papa Francisco nos ha dejado para el Jubileo y que, estoy seguro, la Iglesia seguirá llevando adelante en los caminos que Usted, Santidad, con sabiduría sabrá indicar», añadió.

Y afirmó: «Tenga la seguridad de que nosotros y toda la ciudad de Roma seremos sus aliados».

EFE

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