Desde el gobierno del presidente Donald Trump (2017-2021), México acepta recibir en su territorio a migrantes expulsados de Estados Unidos, e incluso enviarlos de vuelta a sus países. También les permite gestionar solicitudes de asilo desde ciudades fronterizas.

«Estamos nosotros ayudando para que se acepte en los países donde ellos (Estados Unidos) no tienen buena relación, el que puedan tomar medidas de deportación», dijo el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, durante su habitual rueda de prensa.

«Que los deportados lleguen de manera directa a sus países. Esto, incluso, es de más atención, cuidado a los derechos humanos», añadió.