
Un grupo de aproximadamente veinte familiares de presos políticos se reunió este miércoles en un encuentro religioso realizado en la Universidad Central de Venezuela, en Caracas, donde exigieron la liberación de sus seres queridos y la restauración plena de los derechos ciudadanos.
«Hoy, desde distintas iglesias y caminos de fe, nos abrazamos en un mismo clamor: que se abran esas puertas, que regresen los abrazos, que la libertad vuelva a ser un derecho, no un privilegio», expresó Carol Figueredo, esposa de Pedro Guanipa y cuñada de Juan Pablo Guanipa, ambos actualmente detenidos.
El evento fue organizado por la ONG Comité por la Libertad de los Presos Políticos, con el objetivo de fortalecer la solidaridad y la unidad en la lucha por la libertad de todos los detenidos por causas políticas en el país, según declaró Yovanka Ávila, hermana del preso Henryberth Rivas, recluido en el penal Rodeo I, en el estado Miranda.
Ávila explicó que esta actividad «nace como un espacio de oración» que une «distintas voces, tradiciones y comunidades creyentes en un solo clamor», pero también representa una invitación a quienes, sin compartir una fe religiosa, defienden la justicia, la libertad y la dignidad humana.
Familiares piden «el cese de la represión«
Asimismo, exigió «el cese de la represión y el respeto pleno de los derechos humanos» para quienes han sido privados de libertad por razones políticas.
La activista destacó como una responsabilidad colectiva visibilizar el sufrimiento de las personas encarceladas injustamente, y señaló que esta acción es «una súplica que toque corazones, que conmueva la consciencia y fortalezca a las familias en su lucha silenciosa y valiente».
Añadió que este tipo de actos permite enfrentar el temor en un país «donde se usa la violencia, la represión y el castigo como herramienta para silenciar a quienes reclaman sus derechos», y calificó el encuentro como «una forma de resistencia y un mensaje claro» contra quienes buscan callar sus demandas.
Por su parte, el sacerdote jesuita y teólogo Pedro Trigo defendió la inocencia de los detenidos, afirmando que «no han cometido delitos» ni han actuado violentamente: «tampoco han usado la violencia ni se han asociado para cometerla».
Según Trigo, «simplemente el Gobierno ha considerado que socavaban su poder al denunciar actos en contra de la ley y del espíritu de la democracia. Esa denuncia, siempre que se atenga a los hechos y no llame a la violencia, es un componente ineludible de la auténtica democracia».
De acuerdo con datos de Foro Penal, en Venezuela hay actualmente 932 presos políticos, la mayoría detenidos después de las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024, marcadas por acusaciones de fraude electoral por parte de la oposición, luego de que el oficialismo proclamara reelecto a Nicolás Maduro para un tercer mandato.