Se trata de problemas comunes a los detectados a nivel global. La organización alerta de que la situación de la libertad de prensa en todo el mundo está en su peor momento, desde que empezó a elaborar el índice en 2002, debido a la mala situación económica de los medios, en momentos en que numerosos Gobiernos atacan también a su independencia editorial.

Un total de 22 de los 28 países del continente americano registraron descensos en el indicador de la salud económica de los medios.

Los retrocesos más importantes en el índice general “se explican por los giros autoritarios”, como es el caso de la Argentina del presidente Javier Milei, que cae al puesto 87 (se desploma 47 puestos en dos años).

Milei “ha estigmatizado a los periodistas, desmantelado los medios públicos y utilizado la publicidad estatal como arma política”, recalca RSF.

El presidente argentino, además, “no ha dudado en manifestar su hostilidad hacia la libertad de prensa”, señala a EFE Elena G. Viscasillas, una de las portavoces de la organización defensora de la Libertad de Información.

La libertad de prensa también se ha hundido en Perú (figura en el puesto 130 de 180 con una caída de 53 posiciones desde 2022) “bajo el efecto del acoso judicial, las campañas de desinformación y las crecientes presiones sobre los medios independientes”.

En cuanto a El Salvador, que queda en el puesto 135 y acumula una caída de 61 desde 2020. RSF denuncia que «bajo la presidencia de Nayib Bukele, la libertad de prensa sufre la erosión de la propaganda y los ataques sistemáticos contra los medios críticos.

El peor resultado en América es para Nicaragua, que cae al puesto 172, incluso por debajo de Cuba (en el 165 tras subir tres posiciones). “El régimen de Ortega-Murillo ha erradicado los medios independientes, ha desposeído de la nacionalidad a numerosos periodistas y ha empujado a centenares al exilio”, subraya.

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