En 2024, el bolívar se devaluó un 30,9 % respecto al dólar, pero este año ya casi que supera esa cifra en tan sólo cuatro mese
La moneda venezolana, el bolívar, perdió el 24,6% de su valor en el mercado oficial frente al dólar en el primer trimestre de este año.
Su devaluación se ha visto agravada por el endurecimiento de las sanciones al país por parte del gobierno de Donald Trump.
De acuerdo con los datos del Banco Central de Venezuela (BCV), la cotización oficial este miércoles 23 de abril era 82,38 bolívares por dólar, lo que representa un incremento de 57,7% en comparación con el inicio de 2025, cuando la moneda estadounidense se cotizaba a 52,57 bolívares.
Por su parte, el dólar en el mercado paralelo alcanzó los 104 bolívares, el doble del oficial.
Esta gran brecha entre el dólar oficial y el paralelo pone de relieve la inestabilidad cambiaria en el país.
«Los venezolanos ya perciben que va a haber una escasez de dólares y al gobierno le preocupa que esa devaluación se convierta en inflación, acabando con todo el esfuerzo que ha hecho para bajarla en los últimos años», explica Francisco Monaldi.
Los economistas estiman que la devaluación se acentuará una vez se concrete la salida de Chevron y otras petroleras de la nación sudamericana.
José Manuel Puente explica que en Venezuela no se coordina la política monetaria del país con la política fiscal, algo que muchos economistas creen necesario para obtener una mayor estabilidad macroeconómica, y además el Banco Central de Venezuela cuenta con reservas monetarias que son de las más bajas de América Latina.
«El banco central reporta 10.000 millones, pero en realidad ese monto incluye poco más de 5.000 millones generados por el Fondo Monetario Internacional (FMI), que no reconoce al gobierno de Nicolás Maduro y por lo tanto Venezuela no dispone realmente de ese dinero», añade.
Esto quiere decir que el gobierno venezolano no tiene suficientes dólares para actuar de manera contundente y consistente en el mercado cambiario para mantener el tipo de cambio lo más estable posible.
Esto conlleva a la previsión de que este año la inflación venezolana volverá a ser de tres dígitos.
Estos factores sumados con la inestabilidad política y económica, sobre todo después de la crisis generada tras la última elección presidencial, han acabado con cualquier perspectiva económica positiva, algo diferente a las estimaciones de mediados y finales del año pasado.

