Henri Charrieri “Papillon” se escapó de la prisión más dura de la Guyana Francesa conocida como “La Isla del diablo”, logró evadirse montado en un saco lleno de cocos, lo acompañó la suerte naufragando en esa Mar plagada de tiburones, después de tantos reveses y avatares logró llegar a Venezuela en 1946.

Papillon era un hombre de mundo, que 16 años atrás había vivido la bohemia en los bares, sitios de juego y lujuria en Montmartre, Saint Germain des pres, el barrio Latino y otros sitios de la ciudad luz, París.

Se instaló en Caracas, conoció la calle Real de Sabana Grande, en esa época llena de luces y coloridos, avisos luminosos de las marcas más famosas, era la zona de los bares, los poetas, las mujeres, la bohemia, hay se reencontró con lo que le habían quitado en París al condenarlo a una muerte segura por un crimen que no había cometido. Conoció a Rita y se casó, compró la Quinta Cristal, esa esquina hasta el día de hoy sigue siendo famosa, en 1958 fundó un negocio a su medida, donde evocaba los recuerdos y las remembranzas galas, sitios a los que no podía volver, era un prófugo de la justicia francesa, es así como nace con un nombre francés el café más conocido de Venezuela, “Le Grand Café” hoy “El Gran Café”, el primer negocio al aire libre, frecuentado por poetas, escritores, artistas, políticos e intelectuales del grupo conocido como la República del Este”. Por allí pasaron tinto en mano, Gabriel García Márquez “El Gabo”, Julio Cortázar, Miguel Otero Silva, Carlos Fuentes, Plinio Apuleyo Mendoza, Renny Ottolina, José Ignacio Cabrujas, Pascual Navarro, Paica Dávalos, Mateo Manaure, Ludovico Silva, Héctor Malavé Mata, Toco Gómez, Guillermito González, Francisco Massiani, Christian Dior, Salvador Garmendia, tantos otros.

Un crimen no cometido le cambio la vida

Henri Charriere nació en Ardeche, Francia, el 16 de noviembre de 1906, en el seno de una familia de clase media, sus padres eran profesores, su padre Joseph y la madre Marie Louise, quien murió en 1917, a los 11 años el niño Henri queda huérfano. En 1923 se enrola en la Armada Francesa donde pasa dos años de servicio. Abandona la Marina y se casa, forma parte de la sociedad parisina de la época, se vincula al oscuro mundo de los bajos fondos.  Fue conocido y respetado como “Papillon” (mariposa en francés) por una mariposa tatuada que le cubría todo el pecho, ese tatuaje es el recuerdo de su paso por la Marina, París siempre fue su radio de acción e influencia.

El 26 de octubre de 1931, el tribunal penal de París, condena a Henri Charrieri a cumplir cadena perpetua y trabajos forzados por el homicidio de Roland Petit, un proxeneta que había sido asesinado a puñaladas. Papillon siempre negó haber cometido ese crimen. Yo que he leído su historia, creo que un hombre como él, que contó y narró lo que fue y lo que no, en su autobiografía, toda una historia espectacular, no tenía razón para seguir negando ese hecho, aunque también puede haber sido el motivo para plantearse la fuga permanente en busca de la libertad.

El 26 de octubre de 1931, comienza su vía crucis

Ese día lo arrestan al recibir la condena por el asesinato de Roland Le Petit, y ser sentenciado a cadena perpetua por el resto de su vida, lo llevan a la prisión de Caen, al Oeste de París, cerca del Canal de la Mancha, se escapa junto a otros dos prisioneros y es capturado. Luego trasladado a las Islas de la Salvación ubicadas en la Guyana Francesa (que ironías `salvación` cuando realmente eran las islas de la muerte), es en ellas donde comienza la historia llena de curiosidades y magia de este personaje.

Papillon ingresa nuevamente a la prisión en la isla de Guyana y vuelve a escaparse, esta vez enfila proa hacia la Guajira colombiana donde permanece escondido y camuflajeado durante varios meses mientras enfría la persecución que las autoridades tenían en su búsqueda. El prófugo pone el reloj hacia el Oeste en esa travesía es nuevamente capturado y lo llevan a la cárcel de Santa Marta, en esa prisión se reencuentra con sus dos ex compañeros de fuga anterior. Intenta evadirse varias veces de esa cárcel y todas fueron fallidas, las autoridades deciden trasladarlo nuevamente a la Guyana Francesa y amarrado junto a sus dos camaradas son recibidos en la prisión guyanesa en 1934.

“La devoradora de hombres”

Papillon fue castigado de manera ejemplarizante, lo condenaron a dos años de aislamiento en la Isla de Saint Joseph, conocida como “La devoradora de hombres”. Cumplidos los dos años fue transferido a la Isla de Royale, de esta también intenta evadirse, pero fue fallido el escape.

El temerario fugitivo vuelve a ser condenado, ahora por los cargos de evasión y es acusado de haber asesinado a un informante que lo había delatado, esta vez es sentenciado a cumplir ocho años de aislamiento en máxima seguridad.

Hay hombres que los acompaña la providencia y el coraje los ayuda, por eso cuando se le presentan las oportunidades saben aprovecharlas y hasta se juegan la vida, que en circunstancias como esas no vale nada. Una pequeña niña llamada Lissette se resbala y cae a las aguas infestadas de tiburones, si no ahogaba se la devoraban los cetáceos, Papillon vio la escena y sin medir el riesgo se lanzó a las aguas y salvó a la niña, las autoridades viendo su buena acción decidieron liberarlo del aislamiento, ya llevaba diecinueve meses de encierro.

Del manicomio a la Isla del Diablo

El norte de todo preso es la fuga y Papillon no era la excepción, vivía pensando y practicando el escape, los argumentos ya estaban escasos, se le ocurrió fingir demencia, tenía lógica, los dementes los locos eran ubicados en un manicomio donde tenían menos vigilancia y eran menos severos los castigos.   Charrieri comenzó a actuar y hacer las cosas propias de los locos, comer excrementos, hablar incoherencias, etc., es trasladado al manicomio – prisión de la Guyana. De esta también se fuga y vuelve a ser apresado. Papillon era un hombre hábil, inteligente, se da cuenta que debe cambiar el plan y dejar de fingir demencia, pasa a la ofensiva y pide formalmente que lo envíen a la Isla del Diablo.

Preso en “El Dorado”

Logra evadirse de la isla del diablo, al hacer un estudio pormenorizado de las olas y se percata que al llegar la mola número 7, es la da más duro y sale Mar afuera, ensaya con unos sacos de coco y ve como se alejan mar adentro, hay estaba la jugada y le salió al lance, preparó sus sacos de coco y se hizo a la mar, logró superar los 15 kilómetros de distancia entre la isla y tierra firme, había  logrado su objetivo se escapó de la Isla del Diablo, de ese lote de tierra rodeada por un Mar infestado de tiburones, proeza inimaginable y solo realizable por un temerario como Papillon, nadie lo había hecho en la historia de esa prisión, llega a Georgetown (Guyana) y continua rumbo a Venezuela. En tierras venezolanas es capturado una vez más y hecho prisionero, esta vez va a dar a la prisión de El Dorado (una de las prisiones más duras del país, ubicada en la zona minera del Oro, de ahí su nombre). Seguramente pudo haberse escapado de esa cárcel venezolana y no lo hizo, en comparación con las prisiones de la Guyana Francesa, esta era mucho más suave.

Papillon ciudadano venezolano

El 18 de octubre de 1945, sale en libertad condicional de la cárcel de El Dorado y bajo el régimen de presentación va a vivir a otro pueblo minero El Callao, ubicado a 850 kilómetros de Caracas. En 1946 consigue la libertad plena, decide quedarse en Venezuela y se viene a la capital de la república. Papillon llega a Caracas como un ilustre desconocido, nadie tenía idea de quien era ese hombre que pasaba horas sentado en la plaza Bolívar en el centro de la ciudad (El Silencio) tomando café con los citadinos y le hablaba a la estatua del Libertador Simón Bolívar.

En 1956 después de haber superado el mundo de oprobio en que vivió durante más de 15 años, ya instalado en Venezuela, Henri Charrieri recibe la ciudadanía venezolana.

Un Best Seller y la muerte

Henri Charrieri publicó un Libro autobiográfico “Papillon” que se convirtió en un Best seller (en un mes vendió en Francia más de 120.000 ejemplares), se vendieron más de dos millones de ejemplares, fue llevado a la gran pantalla de Hollywoods por Frank J. Schaffnercon con los grandes actores Steve Mc Queen y Dustin Hoffman. La autenticidad o veracidad de su historia ha sido puesta en dudas, pero nadie ha demostrado lo contrario.

En 1970 el ministro de Justicia francés le concede el indulto completo devolviéndole todos los derechos ciudadanos que había perdido 39 años atrás. Hace vida en la ciudad de Fuengirola, va a Madrid y lo ataca un cáncer de garganta, batalla durante tres años hasta que el cangrejo le da muerte en la capital de España.

Fuente: CCN EsNoticias

Loading...