Caracas.- En noviembre de 2017, la crisis económica de Venezuela caló un escaño más, pasando de inflación a hiperinflación por primera vez en toda su historia. Ese mes, el índice inflacionario alcanzó 56,7%, lo que sumó para cierre de año una hiperinflación de 2616%, la primera de más de tres dígitos y más de cuatro veces la acumulada en 2016, de 550%.

 

En 2018, la hiperinflación no se ha detenido. De acuerdo con el último informe de la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional (AN), agosto cerró en 223,1%, es decir, casi cinco veces la cifra reportada desde que la economía venezolana entró oficialmente en hiperinflación. Asimismo, según el reporte, hasta agosto Venezuela acumuló 34680,7% de hiperinflación.

El panorama para cierre de año, tampoco es alentador. En declaraciones ofrecidas a Vivoplay, el economista José Toro Hardy advirtió que Venezuela “estaría encaminada a la mayor inflación de la historia” de la humanidad si no se toman las medidas correctivas necesarias para detenerla.

Y es que, los recientes cambios económicos ejecutados por el Gobierno, entre ellos la reconversión monetaria, solo avizoran mayor crisis en los próximos meses, similares a las vividas en los países con mayor hiperinflación en la historia mundial.

Ejemplos sobran. Hungría, Yugoslavia, Zimbabue, Alemania y Grecia ostentan el récord de los países con más hiperinflación del mundo:

Hungría

La hiperifnlación de Hungría es la peor de toda la historia, al menos hasta ahora. Estas crisis inflacionaria se desató luego de la invasión alemana en la segunda guerra mundial, suceso que dejó al país dejó al país completamente en ruinas y que obligó a su Gobierno a endeudarse para recuperarse.

El pengö, la moneda oficializada en 1926, se devaluó notoriamente durante la guerra, tanto, que el metal con que el que estaban hechas las monedas, valía más que estas, por lo que desaparecieron del mercado. Para contraatacar la inflación galopante, el Gobierno húngaro ideó la impresión de billetes de mayor denominación.

Pero el fracaso fue rotundo. Para julio de 1946, la crisis alcanzó su punto máximo, con una hiperinflación mensual de 13,600 billones porcentuales. Al llegar al billete de valor 1,000,000,000,000, o un billón de pengös, el Ejecutivo decidió lanzar un plan de estabilización, en el que se incluyó la creación de una nueva moneda respaldada en oro, el florín, equivalente a 400,000,000,000,000,000,000,000,000,000, es decir, cuatrocientos cuatrillones de pengös.

Además, se repatriaron las reservas de oro, se prohibió al Banco Central prestar dinero, directa o indicrectamente al Gobierno, se reformó el Sistema Fiscal, se recibió ayuda internacional, tanto en alimentos como en préstamos. El plan resultó exitoso.

Yugoslavia

Aunque poco se habla de esta crisis inflacionaria, es la segunda más grave registrada en la historia. Esta hiperinflación, además la segunda más larga, se desató en 1991 con la guerra y luego de que se destapara una ola de corrupción en la que el país perdió más de la mitad del dinero nuevo que planeaba crearse en ese año.

De acuerdo con un artículo publicado en Globe Asia, esto aupó a Croacia y Eslovenia, parte de Yugoslavia para entonces, a independizare, lo generó aún más crisis en la nación europea. En 1994, la hiperinflación mensual alcanzó 313 millones porcentuales y el costo de los productos aumentaba cada 34 horas.

La crisis duró hasta 1995, año en el que terminó la guerra y en el que el Gobierno, liderado por Slobodan Milosevic, principal personaje señalado por corrupción, aceptó realizar una reconversión monetaria respaldada al oro y otras divisas extranjeras con peso.

Zimbabue

La más reciente y un referencial de primera mano para Venezuela. Esta crisis se desató en 1991, cuando el presidente Robert Mugabe expropió las tierras productoras en manos de blancos y las devolvió a los zimbabuenses, quienes, sin conocimientos y sin dinero, rápidamente llevaron a la quiebra el sistema productor del país y, consecuentemente, se generó una declive económica sin precedentes.

Aunque en principio el Gobierno estaba negado a cancelar las deudas adquiridas con el Fondo Monetario Interacional, finalmente accedió, y para esto, imprimió cantidades exhorbitantes de dinero inorgánico. La emisión de estos fondos sin respaldo continuó para cubrir los aumentos de salario.

Un año más tarde de esta medida, en 2007, el Banco Central de Zimbabue declaró ilegal la inflación, prohibiendo así el aumento de los productos de primera necesidad. Pero la hiperinflación no se detuvo y, contrariamente a lo que esperaba el Gobierno zimbabuense, para julio de ese año llegó a su punto más álgido, al alcanzar 7638%.

La debacle económica continuó y en 2008 la hiperinflación llegó a 79,000,000,000% cada mes y en 2011 el Banco Central emitió un nuevo cono monetario, que incluía los billetes de 10 billones, 20 billones, 50 billones y 100 billones de dólares zimbabuenses, pero ante el descalabro monetario, el Ejecutivo se vio obligado a avalar la circulación de monedas extranjeras y en 2015 saca de circulación la moneda nacional, dejando en vigencia únicamente divisas de otros países.

En noviembre pasado, Mugabe fue desterrado del poder por un golpe militar, no obstante, a la fecha, la crisis hiperinflacionaria del país africano continúa.

Alemania

Después de la primera guerra mundial, la República de Weimar quedó en ruinas y endeudada, y para afrontar los pagos emitió dinero inorgánico para comprar otras divisas que le permitieran transar en el mercado internacional. Sin embargo, el Gobierno no pudo cumplir con sus pagos en 1923 y tropas francesas y belgas, en represión, invadieron la mayor ciudad industrial.

El paro de la producción generó molestias en los trabajadores y acentuó la crisis inflacionaria que, para ese año, alcanzó un máximo de 1,000,000,000,000%. Para finales de 1923, el Gobierno ejecutó nuevas medidas económicas, entre las que destacó la reconversión monetaria, pasando del marco al marco seguro o rentenmark, el cual, no fue sustentado en oro, sino en tierras.

Esto contribuyó de manera exitosa para detener la espiral inflacionaria, sin embargo, la crisis marcó para siempre al país, el cual, una década después inició la batalla más mortífera de la humanidad, la segunda guerra mundial, con el fin principal del exterminio judío, quienes fueron acusados como impulsores de la debacle económica que antecedió al gobierno de Aldolf Hitler.

Grecia

La hiperinflación se desató en 1943, cuando el ejército alemán invadió el país. Según Sistemaencrisis, la hiperinflación llegó a su punto más álgido en 1944, específicamente en octubre, cuando el Gobierno griego, tras ser desterrado, regresó al poder.

Para ese mes, el índice inflacionario alcanzó la exorbitante cifra de 13,800%, lo que provocó que los precios de los productos aumentaran cada 4,3 días. El billete de mayor denominación, alcanzó 100,000,000,000,000 dracmas, es decir, cien billones de la moneda nacional.

Grecia tardó 18 meses en lograr la estabilización, para la cual, requirió préstamos, una reforma fiscal y una reconversión monetaria.

Venezuela

Actualmente es el país de la región con la mayor crisis inflacionaria, y el FMI prevé que para cierre de año, la hiperinflación alcance el millón por ciento, lo que la convertiría en una de las peores de lo que va del siglo XXI.

VÍA LA PATILLA.

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