El terremoto de magnitud 7,3 que sacudió el martes a Venezuela provocó que el emblemático rascacielos la Torre de David sufriera una inclinación de 25 grados en los últimos cinco pisos, algo que provocó el desalojo de algunas de las viviendas cercanas al lugar de manera preventiva, publica El Comercio.

El miércoles, las autoridades inspeccionaron el lugar ubicado en el centro de Caracas. Randy Rodríguez, director nacional de Protección Civil (PC) y viceministro de Prevención y Gestión de Riesgo, aseguró que la Torre de David no presenta riesgo de caída.

 

De igual forma, anunció que los funcionarios de Protección Civil y el cuerpo bomberos están analizando el estado en que se encuentra cada piso de la Torre de David, edificación que tiene 190 metros de altura.

La inspección contó con la participación de unos 60 funcionarios entre personal del sistema nacional de riesgo, dirección nacional de Protección Civil y bomberos que realizan la evaluación de riesgo a la estructura.

Rodríguez detalló que el edificio no cuenta con carga estructural de relevancia “lo que hace más ligero y susceptible el movimiento” y que recientemente fueron retirados materiales “que pudieran desprenderse y causar daños a transeúntes”.

La inclinación de la torre llamó la atención de varias decenas de personas que permanecieron durante horas en los alrededores para observar el rascacielos, que quedó desolado en 1994 luego de que el grupo financiero que operaría allí fue intervenido durante la crisis financiera.

La ciudadana Mildred Marcano, quien vive cerca de la torre, relató a Efe que la noche de ayer bomberos le indicaron a los vecinos que “era probable que se demolieran los cinco pisos afectados” pero hasta el momento no han recibido mayor información al respecto.

Marcano, una trabajadora informal de 54 años, aseguró que no durmió temerosa de lo que pudiese suceder con la estructura “pues hay casas, aquí hay tres preescolares (jardines de infancia) cerca” dijo.

Preocupa también a Marcano, quien tiene 11 hijos, la posibilidad de un desalojo de las cercanías, ya que “¿con la situación del país a dónde me voy a ir con mis hijos?”, exclamó.

El Centro Financiero Confinanzas o Torre de David comenzó a edificarse en 1990, proyectado como un enorme complejo de al menos seis torres en la que la principal contaría en 190 metros de altura y 45 pisos coronada en lo más alto por un helipuerto.

La icónica edificación nunca fue concluida debido a una crisis financiera que azotó a Venezuela en 1994 llevando a la quiebra al grupo Confinanzas, ejecutor del proyecto.

La construcción pasó entonces a manos del Fondo de Depósitos y Protección Bancaria (Fogade) y fue invadida en 2007 por más de 2.000 familias pese a que el lugar no goza de condiciones mínimas de seguridad y se había convertido en un tema polémico por la inseguridad de la estructura y por ser guarida de delincuentes.

Finalmente en 2014 el Gobierno venezolano ordenó desalojar el lugar, incluso el presidente, Nicolás Maduro, dijo que “la opción más viable” era demoler la torre y construir “un espacio de recreación cultural”.

Sin embargo, esto no sucedió y la estructura quedó vacía e inconclusa y está rodeada de edificaciones en las que sí hay actividad, entre las que se cuenta un hospital, un albergue infantil y la sede en Venezuela de la Cruz Roja.

El sismo de magnitud 7,3 se sintió hasta en islas caribeñas cercanas como Trinidad y Tobago, que en algunas zonas se quedó sin servicio eléctrico, y Santa Lucía. El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS por su sigla en inglés) dijo que el epicentro fue 21 kilómetros al noroeste de la localidad Yaguaraparo, en el estado Sucre, una zona de comunidades pesqueras pobres.

En Caracas, el temblor provocó alarma en la población y la evacuación en edificios, pero ningún daño visible de acuerdo con testigos de Reuters.

A poco más de un centenar de kilómetros del epicentro, en la localidad de Cariaco, también en el estado Sucre, tampoco se reportaban daños grandes.

“Hubo personas que se marearon. La gente está muy tensa y se encuentra a las afueras de sus casas, cerraron las bombonas de gas por prevención”, dijo Estelin Kristen, que encabeza una ONG en Sucre.

En esa ciudad, en julio de 1997, un terremoto de magnitud 7 cobró 73 vidas.

VÍA LA PATILLA.

 

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