En los recientes meses la situación del sector salud se ha agravado, teniendo como consecuencia pérdidas humanas debido a la falta de insumos y la precariedad de los equipos médicos, además de la reaparición de enfermedades infecciosas como la difteria, malaria y sarampión que habían sido controladas en el país.

Los funcionarios del Gobierno han cercado el acceso a información por la cancelación de la publicación de boletines epidemiológicos, por ello, se hace cuesta arriba el conocimiento de datos oficiales acerca de los pacientes crónicos  y otros datos de lo que ocurre.

En este dramático escenario participan diversos actores teniendo como punto central la apertura de un canal humanitario para aliviar la crisis del sector, del lado gubernamental la negativa ha sido la bandera, pero por parte de organizaciones no gubernamentales la exigencia es fundamental debido a que de ello depende la vida de muchos venezolanos.

A continuación le presentamos algunas claves de la crisis sanitaria en el país:

¿Dónde está el ministro?

Al frente de la cartera de salud se encuentra Luis Salerfi López Chajade, un licenciado en farmacia oriundo del estado Aragua. Un hombre que según el médico internista Gustavo Villasmil, tiene un historial vinculado con incautación de material médico en empresas aragüeñas”, de acuerdo a declaraciones recogidas por Caraota Digital en el momento en que lo designaron ministro en el año 2017.

“Aquí nadie se arrodilla ante el imperio y mucho menos va a permitir que esta derecha imponga una supuesta ayuda humanitaria cuando nuestro pueblo está siendo atendido por el presidente Nicolás Maduro”, dijo López en diciembre de 2017 para negar cualquier tipo de ayuda internacional, según una reseña del diario El Nacional. 

Mientras mantiene su postura ideologica miles de pacientes crónicos en el país que dependen de la dotación de fármacos esenciales. “El desabastecimiento de estos medicamentos para atender la demanda de la población, ha superado ampliamente los niveles críticos y alcanza cerca del 85% en el área metropolitana de Caracas”,reveló un informe compartido a esta redacción por la Alianza Venezolana por la Salud (AVS).

López también asumió el cargo de presidente del Instituto Venezolano de Seguro Social (Ivss) desde noviembre de 2017, las denuncias acerca de irregularidades dentro de este ente también han circulado.

El doctor Carlos Walter, director del Centro de Estudios del Desarrollo de la UCV e integrante de la ASV sostuvo en entrevista para Caraota Digitalque “en estos momentos la nación vive una crisis humanitaria compleja”, un reflejo de ello es la situación de los pacientes renales, debido a que no habían los kits para el tratamiento de diálisis.

Denunció que el problema no es que López informe a través de su Twitter (@LuisLopezPSUVque llegaron los insumos, sino que indique cómo será la distribución de ellos y cuánto tiempo van a durar en los centros de salud.

El problema no es nada más la escasez de medicamentos, sino la falta de insumos de diagnósticos, afirmó Walter. 

A su juicio el ministerio se encarga de publicitar el arribo de medicamentos e insumos en las localidades que los medios de comunicación se abocan a denunciar.

“Lo que podríamos decir en estos momentos es que el escenario que tenemos podría empeorarse. Van a fallecer las personas que no obtienen el tratamiento, intervenciones quirúrgicas” o algo sencillo como un examen para determinar la enfermedad que aqueja a la persona.

La cruda realidad de los pacientes renales

Al menos 16.000 personas con insuficiencia renal  se encuentran en riesgo producto de la falta de insumos para dializarse, además de medicamentos para su posterior tratamiento como complejo vitáminico B, hierro y eritoproyetina -que ya no existe en Venezuela- fármacos que antiguamente suministraba el Seguro Social, según señaló Francisco Valencia, director de la Coalición de Organizaciones dedicadas a la Defensa del Derecho a la Salud y a la Vida (Codevida).

“En las unidades de diálisis el 30% de las máquinas no funcionan por falta de mantenimiento, repuestos o porque son obsoletas”, explicó Valencia, una cifra que agudiza la situación de los pacientes renales.

El representante afirmó que “esta escasez ha llevado a que algunas unidades deban reducir las horas de diálisis, el tiempo estándar debe ser de cuatro horas, pero en la actualidad la están realizando en dos”.

Valencia explicó que existen unidades extrahospitalarias (clínicas) a las cuales el Gobierno subsidia con un monto de 40.000 bolívares diarios, un costo que ha obligado a que al menos 35 unidades de este tipo hayan cerrado debido a que no pueden ser mantenidas.

Durante enero siete personas fallecieron como consecuencia de la falta de insumos para la diálisis, según Valencia esta cifra debe ser más alta, aunque en Codevida se encuentran confirmando la verdadera data de decesos. Destacó que recibieron denuncias de que en Barinas al menos 24 personas perdieron la vida en el marco de este drama.

A la lista crítica se suma otra arista y es el de las personas que han recibido trasplante, Valencia expuso que en el mes de enero 30 personas perdieron el órgano producto de la falta de inmunospresores.

“El ministro, como todos los anteriores ha tenido una gestión nula, además de que no tiene conocimiento propio de la realidad del sector, inclusive con declaraciones que lo han dejado en ridículo al afirmar que están vacunando contra la malaria, cuando esta enfermedad se trata”, manifestó.

Vidas que dependen de los centros oncológicos

En Venezuela se producen anualmente 50.000 nuevos casos de cáncer, un problema que no está siendo atendido “de manera efectiva y suficiente”, según un informe que difundió la AVS en el marco del Día Mundial contra el Cáncer que se conmemora los 4 de febrero.

De acuerdo a los datos revelados, en el país “una de cada cuatro personas si alcanza la edad de 74 años, puede padecer alguna de sus variedades y una de cada siete tiene el riesgo de morir por cáncer; lo que representa que aproximadamente el 15 % de la mortalidad diagnosticada”. 

Ante este grave escenario, el principal alivio son los equipos de radioterapia de la red oncológica pública, la cual presenta un 86,21% de inoperatividad, de acuerdo al balance que presentó la AVS luego de realizar una encuesta nacional acerca de los centros y equipos oncológicos.

La AVS también mostró que el grado de operatividad de los equipos mayores de la red oncológica pública hasta el 2 de febrero fue de 65,5%.

El problema de las personas que presumen que puedan padecer cáncer va desde el diagnóstico, hasta las intervenciones quirúrgicas electivas, “las cuales se han visto obstaculizadas por las precarias condiciones hospitalarias”, según afirmaron los especialistas en el informe.

Esto se ha traducido una reducción de 50% de las intervenciones quirúrgicas oncológicas, según estimaciones.

Según la distribución geográfica que presentó la AVS, esta es la realidad de los centros oncológicos del país:

• 20 estados (83,33%) que carecen de equipos instalados (9) o estos equipos no se encuentran operativos en (11) .
• 4 entidades (3 estados y el Distrito Capital) que tienen escasos equipos, parcialmente operativos (16,67%).
• En el Área Metropolitana de Caracas, de 7 hospitales públicos con servicios oncológicos, solo uno tiene un Acelerador lineal parcialmente operativo ( utilizado para realizar las radioterapias).

“Estos resultados indican para el 2 de febrero de 2018 que hay una muy crítica disponibilidad de unidades de tratamiento de radiación externa, que limita el acceso al tratamiento oportuno y de calidad para los numerosos pacientes oncológicos que la requieren”, sostuvo el documento.

Desde el año 2013 el registro Central de Cáncer y la vigilancia epidemiológica especializada es limitada y no está disponible libremente para investigadores, personal de salud y público. En la actualidad no se conocen datos acerca del Programa Nacional de Cáncer.

Reaparecen la difteria, malaria y sarampión

Además de la situación aguda de los pacientes crónicos, miles de personas se han visto afectada producto de enfermedades que pudieron prevenirse con la aplicación de vacunas, entre ellas, el sarampión, la malaria, la difteria, entre otras.

Según el comunicado de la AVS, refiere acerca de este tipo de enfermedades que pudieron ser prevenidas mediante vacunas o programa de control de vectores y saneamiento ambiental.

Un ejemplo de estos casos es “la reaparición de la difteria después de 24 años de haberse eliminado; situación similar ocurre con la re-emergencia después de 10 años, de sarampión desde el mes de  julio de 2017, a causa de la ineficiencia del programa nacional de inmunizaciones, con coberturas sub óptimas y el aumento de personas susceptibles, no protegidas y fallas en la vigilancia epidemiológica”.

Otra alarma se da con la malaria, una enfermedad que desde el año 2015 viene atacando con fuerza a la nación y es que en el año 2017, la Organización Mundial de la Salud reconoció la gravedad de este vector ante la ausencia de medicamentos antipalúdicos.

Un colapsado sistema de salud 

El diagnóstico, intervenciones quirúrgicas y los tratamientos posteriores son una odisea en la cotidianidad del venezolano, la profunda crisis se ha traducido en un colapsado sistema de salud que por diversos factores ha terminado afectando no solamente a los pacientes crónicos.

Como punto de encuentro Walter y Valencia sostuvieron que más allá del Ministerio de Salud, las acciones deben ser profundas por parte del Ejecutivo para reestructurar y abocarse a la protección de la población con el suministro de infraestructuras, equipos y medicamentos que ayuden a aliviar la crisis humanitaria.

“El ministro solo se ha enfocado en su gestión en el 0-800 Salud, una línea que poco funciona y que poco medicamento da, el problema de fondo no lo ha atacado. Ha sido una persona que no ha dado la cara, aunque niega una ayuda humanitaria tampoco dice como va a solucionar esta emergencia”,puntualizó Valencia.

Vía Caraota Digital.Net

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