En Corpoelec Carabobo hay señales claras de la crisis que se vive en el país. Es una mini Venezuela en la que habitaban tres mil seis personas de las que 50% ha decidido migrar, mientras los que aún siguen en la empresa deben someterse a exigencias gubernamentales como la exigencia de tener el Carné de la Patria para poder recibir el beneficio de una bolsa de comida al mes por la que deben pagar.
Ernesto González, secretario general del sindicato en la entidad, rechazó que se les pida ese documento. “Eso es discriminación y no lo podemos permitir porque todos tenemos derecho a la comida”. Para él es importante que todos gocen de ese combo de alimentos mensual debido a los precarios sueldos que reciben en la actual que se limitan a salario mínimo más una bonificación de 700 mil que fue anunciada recientemente y que no es contable en las prestaciones sociales. “Nos están destruyendo nuestros beneficios, los estamos perdiendo todos”.
El sindicalista, en asamblea de trabajadores, aprovechó para aclarar que el personal de Corpoelec no actúa en contra del sistema eléctrico nacional. “Queremos desmentir al ministro, los trabajadores no somos saboteadores, nosotros financiamos el sistema, y aún así nos señalan de saboteadores”.
Detalló que ellos son quienes pagan las reparaciones de cauchos y mantenimiento mayores y menores de los pocos vehículos que tienen para atender las averías que se presentan en la región. “Para resolver un circuito subterráneo necesitamos un teipe y que no nos dan en la compañía sino que tenemos que utilizar bolsas de mercado, solucionamos pero al día siguiente vuelve a fallar”.
Toda esta situación ha provocado que más de mil trabajadores hayan renunciado en los últimos siete meses. Esa cifra se traduce en 10 mil en todo el país, de acuerdo a Ángel Navas, presidente de la Federación Nacional de Trabajadores Eléctricos (Fetraelec), quien también estuvo presente en la asamblea realizada en Carabobo.
“Muchos no tienen cómo pagar transporte para ir a los centros de trabajo, los comedores de la mayoría de las plantas están colapsando por falta de recursos, se están dando cierres de instalaciones porque quitaron mecanismos de seguridad y resguardo de la industria”. Aseguró que esta crisis no la resuelve ni siquiera la discusión del contrato colectivo porque es un problema económico nacional.