En los tres primeros días del año es notoria la ausencia de rubros regulados como arroz, azúcar y harina precocida en los anaqueles de los supermercados. “Esto es indignante porque no se encuentran los productos. Pareciera que estuviésemos mendingándolos. Llevo tiempo sin comprar azúcar y aceite”, dijo Ana Martínez, que se encontraba en un supermercado en la parroquia Candelaria.

Al establecimiento, ubicado en el oeste de Caracas, no llegan los productos regulados como el arroz, el azúcar, la harina, la pasta y el aceite; solo reciben algunos importados. La ausencia de estos artículos en los estantes es sustituida por salsa de tomate, vinagre y envases de cinco litros de agua.

La misma situación se repite en el este de Caracas. En un comercio en Chacao no reciben arroz desde hace seis meses; harina pan, desde noviembre; mantequilla y mayonesa, desde hace cuatro meses, y azúcar, desde octubre.

A un supermercado en Santa Eduvigis no le llega azúcar desde hace dos meses, ni mantequilla desde los primeros días de diciembre. Los empleados no saben cuándo recibirán los productos regulados este año. “Habrá que esperar”, dijo una trabajadora.

El presidente de Datanálisis, Luis Vicente León, aseguró que la escasez de comienzos de año está más acentuada que en el mismo mes de años anteriores por la imposibilidad de cubrir costos de reposición y por la incertidumbre. “Muchas empresas no quieren salir al mercado porque no saben cómo valorar su mercancía y prefieren mantener las vacaciones colectivas de diciembre lo más largo posible. Obviamente eso afecta dramáticamente el abastecimiento en todos los mercados que no sean oficiales”, explicó.

El pollo y la carne son otros de los rubros que escasean en el supermercado en Santa Eduvigis desde hace dos meses. “Llegaron cuando los regularon y nunca más aparecieron”, indicó.

Lorena Gutiérrez es una consumidora que eliminó de su plato las proteínas de origen animal y las sustituyó con granos y vegetales. Se encontraba en una cola para comprar pollo a 81.000 bolívares el kilo, en una distribuidora mayorista en Quinta Crespo. “Solo así puedo comprarlo”, dijo.

Los precios exorbitantes es otra de las preocupaciones expresada por los consumidores. Gutiérrez lamentó que tampoco pueda consumir huevos ni embutidos. “Tengo que hacer magia con el dinero que gano (800.000 bolívares) y con la pensión de mi mamá para alimentar a mis dos niñas y a nosotras dos”, expresó.

A propósito del aumento de 40% del salario mínimo que decretó el presidente Nicolás Maduro el 31 de diciembre, una empleada del supermercado en Santa Eduvigis afirmó: “Aunque el año empezó con los mismos precios, te aseguro que se incrementarán dentro de una semana, sobre todo por el aumento salarial”.

El paquete de 500 gramos de pasta larga cuesta 99.500 bolívares mientras que de tipo tornillo, de otra marca, vale 116.500 bolívares. “Esto es una locura”, expresó un consumidor que revisaba los precios.

En el supermercado de la parroquia Candelaria había aceite de girasol (750 ml) en 108.000 bolívares y aceite de canola (1 litro) en 153.300 bolívares. Una empleada afirmó que los precios se han disparado, sobre todo por el aumento del salario mínimo.

Precisó que el queso para untar (300 gramos) aumentó en una semana de 50.000 a 208.000 bolívares y que el paquete de galletas saladas pasó de 29.000 a 100.000 bolívares en 7 días.

Vía ElNacional.com

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