Vicente Conde se abstiene de participar en actividades físicas por el riesgo cortarse, herirse o lesionarse. Si contara con las medicinas para cumplir su trtamiento sería posible arriesgarse, aceptar las invitaciones y dedicarse, pero la escasez actual lo restringe.

“Tengo 21 años y ver a mis amigos hacer algunas actividades que yo no puedo es frustrante”, señaló Vicente, quien padece hemofilia Tipo B moderada.

Para este joven su única esperanza es recibir a tiempo la medicación y vivir de la mejor manera posible. Sin embargo, la realidad es otra.

“Le pido al gobierno que acepte la ayuda humanitaria de otros países, porque no solo estamos afectados los pacientes con hemofilia, sino todos los venezolanos”, alertó Conde, quien es coordinador de la Asociación Venezolana para la Hemofilia (AVH) en el estado Lara.

“Siempre había tratado de demostrar que nosotros podíamos hacer todo tipo de cosas mientras tuviéramos el tratamiento. Me gusta ponerme retos siempre, ahora no puedo hacer nada y me empiezo a sentir enfermo, cuando realmente solo poseo una condición de vida”, explicó.

La hemofilia es una condición hereditaria que afecta la coagulación de la sangre. Esto puede causar hemorragias espontáneas, después de una operación o de tener alguna lesión.

La lista de venezolanos que pierden la vida actualmente por no contar con medicamentos para la hemofilia sigue aumentando, aseguró la presidenta de la Asociación, Antonia Luque.

De acuerdo con la AVH, 23 personas -entre ellas 6 menores- con esta condición han fallecido entre 2016 y 2017 por no tener los insumos necesarios para atenderse.

Luque advirtió que la escasez de estos factores ha provocado que 4.990 ciudadanos se vean afectados.

Vía: El Nacional 

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