Caracas, 02 de diciembre.- De acuerdo con el Boletín Epidemiológico publicado  en mayo de 2017 por el Ministerio para la Salud, al finalizar el año 2016, fueron detectados 324 casos de difteria en el territorio nacional, confirmando así la reaparición de esta enfermedad.

Así lo reseñó el Observatorio Venezolano de la Salud (OVS), organización no gubernamental que además ha denunciado en varias oportunidades, la desidia del Ejecutivo para paliar la proliferación de la enfermedad, la cual, hasta el 15 de noviembre, había registrado casos positivos en 17 entidades, según informó la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Difteria avanza sin piedad

La OPS, que se había mantenido en silencio con respecto a los avances de la epidemia en Venezuela desde agosto, admitió en su más reciente informe que, desde la última semana de 2016, hasta la semana 42 de 2017, 835 casos fueron informados por el Ministerio de Salud como sospechosos, mientras que 166, fueron confirmados con pruebas de laboratorio. De estos, 511 han sido detectados durante este año, mientras que 146 han sido confirmados.

La información fue provista tres meses después de que la organización internacional diera a conocer que, desde septiembre de 2016 a junio de 2017, 447 casos sospechosos fueron reportados por la cartera de salud venezolana, y que en ese periodo, 51 personas resultaron positivas, luego de someterse a estudios médicos. De estos pacientes, siete murieron por complicaciones de la enfermedad.

Los datos aportados por el Ministerio de Salud el pasado junio, se duplicaron en un lapso inferior al de seis meses, lo que indicia que la bacteria Corynebacterium diphtheriae, está avanzando sin piedad. Aunado a estos, las cifras extraoficiales, sostienen que más de 20 personas han muerto este año a causa de la difteria, y ante la escasez de antibióticos para paliar la infección, es probable que esta cifra aumente.

Resurgimiento en “revolución”

Históricamente, esta bacteria ha ocasionado enormes daños a la población mundial, y llegó a ser controlado entre 1890 y 1920, con el advenimiento de la antitoxina y de una vacuna preventiva. En Venezuela, la difteria había sido controlada ocho años antes de que el chavismo tomara el poder, en el año 1990. Sin embargo, reapareció en 2016 en el estado Bolívar. Datos recogidos por la agencia internacional Reuters, sostienen que al menos 24 niños murieron el año pasado por este mal.

Durante dos años consecutivos, el Ministerio de Salud no ofreció información epidemiológica acerca de los avances de la enfermedad. Sin embargo, ya en 2015, se alertaba sobre los indicios de la proliferación de enfermedades de alto riesgo. En agosto de ese año, el presidente de la  Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría, Huníades Urbina, reportó al Diario 2001que la vacunación para la difteria y otras enfermedades infecciosas, solo alcanzó el 81% de cobertura en la población, un mal indicio, puesto que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la cobertura debe ser de 95 puntos. Ante esto, Urbina atribuyó la disminución de inmunización a la crisis económica del país, puesto que el 99% de las vacunas, son importadas y se adquieren con divisas.

Este patrón, no solo se repitió en 2016, sino que se agudizó. En una entrevista ofrecida a Crónica Unoel pediatra y epidemiólogo, Alejando Rísquez, dio a conocer que para octubre de ese año, la cobertura de vacunas apenas alcanzaba el 60%, y que estados como Amazonas, Delta Amacuro y Bolívar, apenas recibieron la mitad de esta. “Con el agravante de que esas zonas se convierten en caldo de cultivo para la propagación de enfermedades que desde hace 30 años no se veían, como está sucediendo con la difteria”, dijo entonces el director del Centro de Prevención Vacuven.

¿Y la fábrica de vacunas socialistas?

En el año 2014, el Ejecutivo ya estaba al tanto del negativo efecto que generaría la no vacunación de la población naciente y de la flotante contra la difteria, por lo que decidió crear la “Empresa Socialista para la Producción de Medicamentos Biológicos”con la cual, se produciría principalmente la vacuna DTP (difteria, el tétanos y la pertussis).

Según el coordinador de la planta productora de vacunas del Ministerio de Salud, Gerardo Briceño y Malva Betancourt del Instituto Nacional de Higiene Rafael Rangel, esta empresa, fundada en junio de 2014, tendría la capacidad de producir 120 millones de dosis al año, de las cuales, 50 millones serían exclusivamente de DTP. En su página web, Espromed Bio señala que en septiembre de 2015, se realizó la dotación de 197.248 dosis de pentavalente, que incluye DTP , HB y Hib. Este es el único reporte público del laboratorio a más de cuatro años de su inauguración.

¿Qué ha hecho el Gobierno?

A inicios de agosto, el ministro de la cartera de salud, Luis López, anunció el Plan Nacional de Vacunación, el cual comprendería dos fases. La primera, fue activada en los nueve estados prioridad: Bolívar, Delta Amacuro, Monagas, Sucre, Anzoátegui, Guárico, Amazonas, Apure y Aragua; la cual, se extendería hasta octubre, y suministraría 10 millones de dosis de toxoide tetánico, trivalente viral, antihepatitis, antipolio y pentavalente.

En noviembre, López se pronunció nuevamente, y admitió un brote importante de difteria, por lo que activó la segunda fase del plan, la cual, comprendía la activación de nueve mil puntos en todo el país, pero con prioridad en los nueve estados más afectados.

Sin embargo, no se han tomado medidas contundentes para combatir el problema de raíz. Días atrás, el exministro de Salud, José Félix Oletta, alertó que en Venezuela existen cinco veces más casos de difteria que en Haití, siendo este último, uno de los más azotado por la enfermedad. En una exclusiva ofrecida a circuito Éxitos FM, el especialista acotó que Venezuela lidera las listas de proliferación de la difteria, en toda la región americana. Asimismo, alertó que para 2018, la situación empeorará, y al menos 10% de los pacientes infectados, podrían morir.

Centros privados

Anterior a la crisis de vacunas, hospitales y centros privados de salud, poseían suficiente dotación de dosis de vacuna antidiftérica. Para quienes no podían recurrir a los centros de salud pública, podían contactar una cita en un centro especializado en la aplicación de vacunas, sin embargo, esta alternativa, ha quedado en el recuerdo.

Esta redacción, contactó a tres de los centros de vacunación privada más reconocidos de la ciudad capital, sin embargo, el único que atendió a nuestra inquietud, no tenía disponible la antidiftérica. “Desde hace seis meses que no estamos prestando ese servicio”, confirmó la operadora del centro consultado, quien acotó que no sabía si repondrían las dosis en los próximos meses.

Via El Cooperante

 

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