
Las protestas en la provincia de Bocas del Toro (Caribe) en Panamá escalaron peligrosamente con saqueos a las instalaciones de la bananera Chiquita y vandalismo a algunas instalaciones públicas, alertó el gobierno panameño, que señala como responsables a los grupos radicalizados.
Ante ello, el presidente de Panamá, José Raúl Mulino, convocó para este viernes un gabinete de emergencia para tomar acciones constitucionales sobre Bocas del Toro, según publicó en X.
«El gobierno nacional informa al país que la situación en la provincia de Bocas del Toro ha escalado peligrosamente en las últimas horas, como resultado de actos de violencia perpetrados por grupos radicalizados y elementos delictivos que han infiltrado las manifestaciones», indicó el gobierno la noche del jueves.
Hechos de violencia en protestas en Panamá
Anoche, en la pequeña ciudad de Changuinola, una de las principales de la provincia de Bocas del Toro (frontera con Costa Rica), algunos manifestantes saquearon las instalaciones de Chiquita Panamá, la bananera que tuvo que cerrar operaciones y despedir a todos sus trabajadores en mayo después de que los jornaleros fueran a un paro, según el gobierno y la Policía.
También, incendiaron parcialmente un estadio de fútbol y «se tomaron instalaciones del aeropuerto de Changuinola, sustrajeron vehículos de empresas de alquiler y pertenencias de las oficinas de la terminal». Además de que hubo robos en otros comercios, señala la información oficial.