Según estas mismas fuentes, posee pruebas irrefutables que demostrarían cómo el exlíder socialista habría recibido pagos millonarios de la petrolera pública venezolana PDVSA. Esas pruebas, celosamente guardadas en los sobres que custodia Aldama, son documentos de una envergadura tan trascendental que podrían sacudir los cimientos de la política. Estos sobres parecen ser la clave para destapar una red de corrupción que, según algunas fuentes, podría conectar a altos funcionarios del gobierno español con actores internacionales.

De hecho, el empresario Víctor de Aldama, investigado en el caso Hidrocarburos por defraudar presuntamente más de 230 millones de euros, lanzó el pasado jueves en el programa Horizonte, conducido por Iker Jiménez, una advertencia: «Esto tampoco lo he dicho nunca, creo que el señor Zapatero sabe de lo que estoy hablando. Que dé explicaciones el señor Zapatero, que también le he escuchado en alguna ocasión hablar de mí en mal tono». «No sé por qué este señor ha hablado mal de mí, porque lo único que he sido yo con él es correcto. Y encima me han pedido que le lleve en mi avión privado de Caracas a Santo Domingo y le he llevado. Entonces, que explique qué hacía conmigo en ese avión», señaló. En ese sentido, sentenció: «No puede hacerse el despistado. Zapatero sabe perfectamente lo que ha pasado dentro de su partido».

Petróleo venezolano

Y es que la mayor parte de los fondos obtenidos ilícitamente en el caso Koldo no proceden ni de las comisiones por los contratos de material sanitario durante la pandemia ni de las mordidas cobradas por la adjudicación de obras públicas, sino del fraude del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) en la venta de combustible. Tal y como adelantó este periódico en octubre, la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil investiga una «trama milmillonaria» consistente en esquivar las sanciones que Estados Unidos y la Unión Europea vienen imponiendo desde 2018 al régimen de Nicolás Maduro. Según empresarios conocedores del entramado, «el petróleo de Venezuela venía a España» por la puerta de atrás, «a través de República Dominicana –donde Aldama acompañó en un vuelo privado a Zapatero– como país de origen». Esto permitía refinar el crudo en Dominicana, habida cuenta de que el Merey venezolano tiene un alto contenido en azufre y una elevada densidad y no se puede comercializar en la Unión Europea hasta que no se adapte a los estándares de calidad comunitarios.

En ese contexto, el proyecto inicial de la trama era «hacer una refinería en Tenerife», motivo por el cual se celebró una reunión en 2022 entre Víctor de Aldama, su socios, Claudio Rivas y Koldo García con el entonces presidente canario, Ángel Víctor Torres. Un encuentro que la empresaria y socia de Aldama, Carmen Pano, ratificó ante notario en una declaración jurada. «Ya tenían los depósitos fiscales para almacenar el crudo», pero «decayó el proyecto porque no salió la refinería». No obstante, la República Dominicana no solo era el medio para refinar el petróleo sino también «la caja» del entramado a través de la creación de «sociedades al portador» que permitían ocultar a los accionistas de las compañías y camuflar quién estaba detrás de movimientos de miles de millones de euros. Las acciones al portador, que son muy comunes en cuentas bancarias y sociedades radicadas en paraísos fiscales, no son nominales, por lo que pueden venderse o traspasarse sin verificar quién es el propietario real.

Loading...