Los primeros casos en territorio estadounidense se remontan a finales de marzo y principios de abril, identificados a través de un programa de detección en aeropuertos para viajeros internacionales, según informaron expertos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).

Aunque el número de secuencias de esta variante en los Estados Unidos es aún insuficiente para ser incluidas en el tablero de estimaciones de variantes del CDC, el aumento de hospitalizaciones en el extranjero ha suscitado interrogantes sobre sus síntomas y peligrosidad.

Qué síntomas presenta la nueva variante de COVID-19

Los síntomas de la variante NB.1.8.1 son “ampliamente similares» a los de cepas anteriores del virus, según reveló durante un diálogo con CBS News Subhash Verma, profesor de microbiología e inmunología en la Escuela de Medicina de la Universidad de Nevada.

Entre los síntomas más comunes se encuentran:

Problemas respiratorios como tos y dolor de garganta.

Efectos sistémicos como fiebre y fatiga.

Verma destacó que, aunque la variante no parece causar una enfermedad más grave que las variantes previas, sí presenta una ventaja de crecimiento, lo que sugiere que podría propagarse con mayor facilidad. “En otras palabras, es más transmisible”.

Las autoridades de Hong Kong han señalado que no hay evidencia de que esta variante, descendiente de la línea XDV del virus, sea más severa que las cepas anteriores.

 

Loading...