A través de su cuenta oficial en X (antes Twitter), la ONG expresó su “profundo dolor” ante este fallecimiento, que considera consecuencia directa de la “falta de atención médica adecuada” en el sistema penitenciario.

Wilmer García fue excarcelado el 16 de noviembre de 2024, pero su condición siguió empeorando hasta su muerte, ocurrida recientemente. Según la organización, su caso evidencia “la desprotección sistemática que enfrentan las personas privadas de libertad en Venezuela, especialmente aquellas con condiciones médicas delicadas”.

A esta tragedia se suma también el caso de Ariadna Pinto, una joven de 20 años detenida el 1 de agosto de 2024 en Tinaquillo, estado Cojedes, por ejercer su derecho a protestar.

Pinto padecía diabetes desde la infancia, una enfermedad que requería cuidados constantes. Fue excarcelada el 7 de diciembre del año 2024, tras múltiples ingresos hospitalarios, pero falleció el 10 de mayo de 2025 a causa de un paro respiratorio, que la ONG atribuye al “abandono de un sistema que tenía el deber de protegerla”“Las vidas de Wilmer y Ariadna no debieron terminar así”, sentenció la ONG.

 

La organización aseguró que estos casos no son hechos aislados, sino parte de un patrón alarmante de violaciones a los derechos humanos en Venezuela, marcado por la criminalización de la protesta, las detenciones arbitrarias y el trato inhumano hacia las personas detenidas, incluso aquellas con condiciones de salud comprometidas.

 

 

 

 

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