La disputa legal entre la petrolera estadounidense ConocoPhillips y la estatal PDVSA amenaza con crear una “potencial crisis” en la pequeña economía de Curazao, que corre el riesgo de dejar de procesar crudo venezolano en su refinería local Isla, dijo el martes su primer ministro.
La compañía estadounidense que tomó control de los inventarios y activos de Petróleos de Venezuela (PDVSA) en Bonaire y San Eustaquio la semana pasada, estaría tratando de hacer lo mismo en Aruba y Curazao para cobrar un reciente laudo arbitral de 2.000 millones de dólares, según fuentes cercanas.
El primer ministro de Curazao, Eugene Rhuggenaath, informó que hasta el momento ninguna confiscación se ha producido, pero dijo estar preocupado ante la posibilidad de que PDVSA detenga los envíos de petróleo a la refinería Isla para evitar un embargo y esa unidad se quede sin suministros de crudo.
“Somos conscientes de los riesgos potenciales”, dijo Rhuggenaath. “Una interrupción de la operación (de la refinería Isla) tendría un impacto devastador desde el punto de vista económico y social”, agregó en una entrevista telefónica.
PDVSA ya suspendió el almacenamiento y los envíos de petróleo desde sus instalaciones en el Caribe, según una fuente de la petrolera estatal venezolana y datos de Reuters.
El primer ministro de Curazao dijo que está siguiendo la situación desde el sábado y entró en contacto con el equipo legal de ConocoPhillips en la isla para conocer sobre sus acciones y explicar los alcances que podrían tener las maniobras judiciales.
PDVSA no respondió a una solicitud de información y un portavoz de Conoco dijo no saber si la empresa estadounidense ha entrado en contacto con el primer ministro de Curazao, pero indicó que está dispuesta a trabajar con las comunidades afectadas.
La refinería Isla, que tiene capacidad para procesar unos 335.000 barriles por día, aporta cerca del 10 por ciento del Producto Interno Bruto de Curazao y suministra el combustible para la comunidad y las embarcaciones que arriban a la isla, añadió el jefe del gobierno local.
Para paliar la situación el gobierno isleño se prepara para comprar combustible en el mercado internacional como parte de un plan de medidas de contingencia, dijo el primer ministro.
La refinería Isla no es propiedad de PDVSA, quien la opera bajo un contrato de arrendamiento, por lo que según dijo Rhuggenaath sería más complicado para ConocoPhillips confiscar activos de PDVSA en Curazao, una nación que forma parte del Reino de Holanda.
“Esta es una situación diferente a la de Bonaire”, explicó el primer ministro, pero apuntó que su equipo legal está estudiando aún una acción de Conoco.
“Es de hecho una crisis potencial que puede afectar profundamente la situación social y económica de nuestra isla y, por lo tanto, siempre estamos dispuestos a discutir con las partes”, dijo.
Por Corina Pons y Brian Ellsworth/Reuters
Vía La Patilla