El ambiente en el ala oeste de la Casa Blanca se ha tornado tenso esta noche. Varias fotografías filtradas hace pocos minutos muestra al Secretario de Estado, Marco Rubio, caminando nerviosamente de un lado a otro dentro del Despacho Oval, en una escena que analistas describen como la antesala de una decisión histórica.
El jefe de la diplomacia estadounidense aguarda el regreso del presidente Donald Trump desde la Base de la Fuerza Aérea Dover, donde asistió a la solemne ceremonia de transferencia de restos de tres estadounidenses abatidos este fin de semana en Siria.
La imagen de Rubio, arquitecto principal de la política de «máxima presión» contra el chavismo, captura el dramatismo de las horas previas al mensaje a la nación que Trump ofrecerá a las 9:00 p.m. (hora del este). Múltiples fuentes en Washington coinciden en que el mandatario utilizará este discurso en horario estelar para anunciar el inicio formal de acciones militares contra Venezuela, tras una semana de vertiginosa escalada.
El contexto no podría ser más volátil. En las últimas 24 horas, la administración Trump ha ordenado un «bloqueo total y completo» a los tanqueros petroleros venezolanos y ha designado oficialmente al régimen de Nicolás Maduro como una «Organización Terrorista Extranjera». Mientras tanto, reportes del periodista Tucker Carlson indican que el Congreso ya ha sido notificado sobre una «guerra inminente».
