Las tensiones en la zona se han agravado en los últimos días

Anualmente, alrededor de 20.000 barcos circulan por el mar Rojo, una de las rutas comerciales más importantes del planeta, pero ese tránsito se ha trastornado desde que en noviembre pasado los hutíes comenzaron una serie de ataques para impedir “la navegación de los buques que se dirigen a Israel hasta que se permita la entrada a Gaza de alimentos y medicinas suficientes, que nuestros hermanos incondicionales necesitan desesperadamente dentro de la Franja”, escribió en esos días en su cuenta en la red social X el portavoz militar del movimiento, Yahya Sare’e.

Jimmy López Morillo

Días más tarde, el vocero político Mohammed Abdulsalam subrayó en otra declaración que estaban ejecutando “una operación de presión para poner fin a la guerra contra Gaza y apoyar al pueblo palestino”.

Desde entonces, según un informe de Sky News, apoyándose en cifras suministradas por la empresa mundial de logística DSV Shanghai Containerised Freight Index, que mide el costo medio del transporte de un contenedor de 6 metros desde Shanghái a Europa, éste ha aumentado un 310%, mientras que el comercio mundial experimentó una caída de 1,3% entre noviembre y diciembre de acuerdo con datos del Instituto Kei para la Economía Mundial, citado por Actualidad RT.

Es tal el impacto que según el mencionado instituto han tenido los ataques, que el volumen de contenedores transportados por el mar Rojo “está casi un 70% por debajo de lo que normalmente se esperaría”, de 500.000 diarios en noviembre se ha reducido a 200.000. “En lugar de navegar por el mar Rojo, los barcos ahora lo hacen alrededor de África y el cabo de Buena Esperanza, un desvío que toma entre 7 y 20 días”, apunta.

Yemen históricamente ha tenido una posición progresista

Hutíes

Por supuesto, toda esta situación ha originado la interrogante en buena parte del planeta sobre quiénes son los hutíes, un movimiento que ha desafiado hasta a Estados Unidos, al punto de que los obligó a crear una fuerza conjunta con otras naciones para tratar de garantizar la seguridad en la ruta y días atrás atacó junto con el Reino Unido objetivos en algunos sectores de Yemen.

“Son yemenitas que tienen su origen en la rama del zaidismo, que es a su vez una rama del chiismo, una corriente que viene desde los años del profeta Mahoma, que han estado habitando por siglos esa región y constituyeron un imanato. Se alojaron sobre todo en el norte del país, por excelencia agrícola, siglos atrás muy boscosa, solo que el desierto se la ha venido comiendo. Siempre fue una zona privilegiada, con acuíferos, mucha vegetación, relieves montañosos, lo que explica el éxito de las guerrillas formadas por ellos”, explica Basem Tajeldine, un investigador de temas geopolíticos.

“Los hutíes vienen siendo la organización política de los zaidíes. Se forman en la década de los 90 para luchar contra lo que llamaron la corrupción del gobierno prooccidental y entreguista prosaudita de Alí Abdalá Salé, quien por cierto en años posteriores fue ejecutado (en 2017). Tomaron el poder en 2015”, agrega.

El origen de su nombre está en uno de sus fundadores, Hussein al Houthi, quien fue asesinado en 2004, siendo sobre todo a partir de este siglo cuando cobran un auge muy importante. “Habían sido siempre minoría, solo que la población chiíta aumentó, hoy son más del 50 o 60% de los habitantes de Yemen”, detalla Tajeldine.

El experto subraya que han contado con respaldo del Hezbolá en el Líbano y de Irán sobre todo, “pero después de que se constituyen como un movimiento serio, con un programa político independiente, soberano, antimperialista, muy antisionista, eso lo dejan claro”.

El analista refiere que “Yemen históricamente ha sido un país con una posición muy progresista, de hecho luego de su independencia en la década de los 50-60 fue una de las primeras repúblicas que proclama el socialismo en la región. Estaba dividido en dos países: Yemen del Norte y Yemen del Sur”.

La razón por la cual ha propiciado tal conmoción desde hace un par de meses es, precisa Tajeldine, que “se ubica en una zona geoestratégica muy importante: por ahí circula un poco más del 40% del petróleo mundial y casi el 70% de las mercancías a Europa desde Asia por el estrecho de Bab el-Mandeb que prácticamente divide a Yemen del África y por ahí cruzan todos los barcos que se dirigen a través del mar Rojo al Mediterráneo, atravesando el canal de Suez, es muy estratégico. A los yemenitas les ha dado una posición geopolítica privilegiada. Hoy prácticamente se encuentra cerrado”.

Sobre los ataques de Estados Unidos y el Reino Unido a Yemen la semana pasada, el experto en geopolítica afirma que “estarán creando condiciones de inestabilidad más grandes”, pues “lejos de apaciguar, con lo arrogantes que son creyendo que pueden sembrar miedo en los hutíes, lo que han hecho es alebrestarlos todavía más”.

“Esa guerrilla descalza logró darle un golpe casi mortal a la monarquía saudita después de la intervención militar de estos últimos en 2015, al punto de obligarla a firmar la paz con ellos. Han descubierto la fórmula ahora de asestar en la yugular económica de los países de Europa, pero también a los intereses de Estados Unidos en la región”, remarca.

Tajeldine recuerda que en 2015 los hutíes, también denominados Movimiento Ansar Allah (Ansarolá, Partidarios de Dios), “se enfrentaron a una coalición aparentemente dirigida por Arabia Saudita, pero en realidad la lideraba Estados Unidos, que les suministró todo su sistema defensivo, aviones, inteligencia satelital, etc. Derrotaron a los estadounidenses que ahora se vuelven a involucrar en una guerra de forma directa junto con el frustrado imperio británico”.

Futuro

Esos recientes bombardeos contra territorio yemenita, en opinión del internacionalista, pueden agudizar más la situación, por “el eje de la resistencia que se está despertando en la región, porque los hutíes cuentan con el apoyo militar de Irán, además de la logística que les brindan el Movimiento Hezbolá en Líbano e Irak, pero podría incluso estimular a los piratas somalíes para que atenten contra los barcos que circulen por la zona, especialmente los europeos y ahí pudiera estar el punto de colapso de la política de Estados Unidos si quiere perjudicar a China, pues la resistencia podría distinguir entre los barcos chinos y los que no lo sean”.

En ese contexto, Basem Tajeldine estima que “el mar Rojo podría volverse muy rojo, teñirse de sangre, pues no va a circular ninguna embarcación por ahí sin autorización de la resistencia. Incluso podrían involucrarse otros movimientos que dañarían más a Washington”.

 

 

Loading...