El Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) informó este miércoles (01.09.2021) que la economía brasileña se mantuvo estable en el segundo trimestre, con una caída del 0,1 por ciento frente a los tres primeros meses del año, cuando el PIB avanzó un 1,2 por ciento, y permaneció en el nivel que tenía a finales de 2019, antes de la llegada de la pandemia del coronavirus al país.
La ligera bajada del producto interno bruto (PIB) estuvo en línea con los cálculos de los expertos, que ya preveían estabilidad para el periodo y cuyas proyecciones oscilaban desde una caída del 0,3 por ciento hasta un crecimiento del 0,1 por ciento. Si bien el resultado indica una desaceleración en la recuperación de la mayor economía de Sudamérica, los economistas mantienen las proyecciones para Brasil.
Según éstas, el gigante sudamericano crecerá hasta un 5,2 por ciento en 2021 y superará la profunda recesión provocada por la pandemia del coronavirus en 2020, cuando el PIB se desplomó un 4,1 por ciento, el peor resultado en 25 años. La cifra entregada esta jornada por el IBGE se conoce en un contexto de inflación creciente, tasas de interés en alza y el impacto de la peor sequía en casi un siglo.
Se debilitan perspectivas
El desempeño de la economía entre abril y junio fue influido por la industria, que retrocedió un 0,2 por ciento, y el sector agropecuario, cuya producción cayó un 2,8 por ciento con respecto al primer trimestre, lastrada principalmente por los malos resultados de la cosecha de café debido al ciclo del grano y las recientes heladas en el país, uno de los mayores productores y exportadores de alimentos del mundo.
Otro factor de preocupación, según la coordinadora de Cuentas Nacionales del IBGE, Rebeca Palis, para el desempeño económico del país en lo que resta del año es la crisis hídrica y energética que azota el país. «En la actividad de energía eléctrica, hubo aumento en los gastos de producción debido a la crisis hídrica que hizo aumentar el uso de las termoeléctricas», agregó.
El Banco Central subió en agosto su tasa de interés de referencia un punto porcentual al 5,25 por ciento y prevé realizar un aumento similar este mes, para contener el avance de la inflación, que acumuló en julio 8,99 por ciento en 12 meses. Y si bien las perspectivas de crecimiento para 2021 son halagüeñas, para más adelante el panorama cambia. Los expertos ven cómo se debilitan las expectativas para 2022, que además será un año electoral en Brasil, lo que suma una cuota de incertidumbre a la economía.
Alejandro Ramírez Saavedra
CEO
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