Recientemente, el Senado francés ha votado a favor del proyecto de ley sobre el certificado sanitario propuesto por el Gobierno de Emmanuel Macron. Las principales modificaciones que supone este proyecto son la vacunación obligatoria del personal sanitario y la ampliación del uso del certificado sanitario en los lugares públicos.

Para la adopción definitiva de este proyecto de ley aún hará falta la revisión por parte de una comisión mixta de diputados y senadores. Este domingo 25 de julio se reunirán los encargados para discutir las nuevas introducciones y dar su visto bueno para su posterior puesta en vigencia.

La Cámara Alta del organismo francés destaca el condicionamiento del uso de este certificado al estado de emergencia sanitaria, prolongado hasta el 31 de octubre. Este documento puede indicar que el paciente fue vacunado, que resultó negativo por COVID en las 48 horas anteriores, o bien que ya haber pasado la enfermedad.

Se requerirá para acceder a bares, cafés, restaurantes y transportes de largo recorrido, además de museos, monumentos y salas culturales, donde ya se pide. Sin embargo, el en el texto se indicó que no será necesario para acceder a una terraza, ya que el riesgo de contagio es menor. Asimismo, no afectará a menores de entre 12 y 18 años hasta el 30 de septiembre; y los trabajadores de la restauración y otros establecimientos concernidos por su uso tendrán hasta el 15 de septiembre para vacunarse, según indicó EFE.

La nueva ley supondrá que el personal sanitario que se niegue a vacunarse no será despedido, tal y como sugirió el ejecutivo francés. Se espera que si los trabajadores de la salud no se vacunan durante los dos meses siguientes, recibirán una sanción, aunque no se ha aclarado su alcance.

Alejandro Ramírez Saavedra
CEO
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