La boda tuvo lugar el domingo en el Palacio Beit Al Urdun, en la capital del país, con la presencia de familiares, amigos y todo tipo de personalidades de la sociedad jordana. Entre los presentes, miembros clave de la familia como las princesas Muna (abuela de la novia), Basma (tía) o Salma (hermana).
Iman llegaba al altar del brazo de su hermano mayor, Hussein. Tras ellos caminaban Raiyah y Nesma, hijas de la princesa Ayah bin Faisal, haciendo las veces de damitas de honor. El heredero será el siguiente en casarse de la corte hachemita, y lo hará el próximo 1 de junio con la arquitecta Rajwa al-Saif. Su compromiso se anunció hace unos meses después de dos años de relación.
La mayor de las dos hijas de Abdalá y Rania lució un espectacular diseño de cuello perkins, transparencias, encajes y brillos firmado por Dior. Además, llevó una preciosa tiara tipo prusiana sobre el velo y un moño bajo con mechones sueltos que le enmarcaban el rostro.
Esta ceremonia puso fin a cuatro días de celebraciones en Jordania, que incluyeron diversos rituales nupciales como la fiesta de la henna.