¿Vas abajo en las encuestas? Empiezas a arrestar a los líderes de campaña de cada estado que visita tu rival. ¿Sigues detrás? Acusas al jefe de campaña de tu rival y a su equipo de crímenes contra el Estado y ordenas que sean arrestados junto con el jefe se seguridad de tu oponente, así como de cualquier dirigente político, periodista conocido o activista de derechos humanos que abogue a favor del cambio. ¿El dueño de un hotel permite que tu rival hable allí? Bueno, lo arrestas también y, de paso, confiscas el camión del colaborador que lleva los equipos de sonido.
La amenaza de encarcelar a los opositores, sumada al justificado temor de ser torturados una vez detenidos, jugó un papel clave en la estrategia electoral de la campaña presidencial del gobernante Nicolás Maduro el año pasado, afirmó Magalli Meda, jefa de campaña de la líder opositora María Corina Machado y del candidato presidencial Edmundo González.
“El encarcelamiento no era solo una amenaza, era el plan”, afirmó Meda. Según ella y otros líderes de campaña de la oposición en el exilio, el miedo fue central en la estrategia de reelección del régimen de Maduro.
Para marzo de 2024, ese miedo alcanzó su punto máximo. Meda y cinco compañeros de campaña de Machado-González sabían que sus arrestos eran inminentes. Habían presenciado cómo se llevaban a sus compañeros de campaña.