Por: lapatilla.com

Según la activista, su familia lleva más de tres meses sin poder ver ni comunicarse directamente con Josnars Baduel, y no reciben información oficial sobre su estado de salud.

La última vez que supieron de él fue el pasado 22 de abril, durante una audiencia telemática en la que denunció el deterioro de su salud y la prolongada incomunicación a la que ha sido sometido.

Desde entonces, las autoridades no han ofrecido respuesta alguna. La única comunicación ha sido una solicitud para un inmovilizador de hombro, sin mayores explicaciones, lo que ha aumentado la angustia e incertidumbre de sus familiares.

«Recordamos que el sufrimiento prolongado y la incertidumbre que experimenta la familia ante la falta de información sobre su ser querido constituye un trato cruel e inhumano, contrario a los principios fundamentales de derechos humanos», alertó la organización en un comunicado oficial.

La ONG también denunció que negar tratamiento médico adecuado, mantener condiciones de detención inadecuadas o hacer uso deliberado de la fuerza contra personas detenidas son prácticas que podrían configurar violaciones graves a los derechos humanos, por lo que exigieron investigaciones inmediatas e imparciales.

Asimismo, recordaron que el Estado venezolano tiene la obligación de garantizar la vida, la integridad y el acceso a la salud de toda persona bajo su custodia, y que el silencio institucional ante este caso no solo vulnera estos derechos fundamentales, sino que también constituye una forma de tortura psicológica para las familias.

 

 

 

 

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