Entre los componentes del indicador, destaca la contracción del consumo interno como uno de los principales factores de la caída. La recaudación del IVA, uno de los termómetros del consumo, cayó 11,7%, mientras que el gasto público real disminuyó 9,4%.
A este escenario se suma la aceleración de la inflación y la creciente inestabilidad cambiaria, que ha generado una ampliación de la brecha entre el tipo de cambio oficial y el paralelo. Esta distorsión afecta la transaccionalidad y la continuidad de los negocios, agravando aún más el desempeño económico del país.Este retroceso se explica, principalmente, por una contracción de 5% en el sector no petrolero, que no pudo ser compensada por el crecimiento de 7,4% en la actividad petrolera.
Entre los componentes del indicador, destaca la contracción del consumo interno como uno de los principales factores de la caída. La recaudación del IVA, uno de los termómetros del consumo, cayó 11,7%, mientras que el gasto público real disminuyó 9,4%.
A este escenario se suma la aceleración de la inflación y la creciente inestabilidad cambiaria, que ha generado una ampliación de la brecha entre el tipo de cambio oficial y el paralelo. Esta distorsión afecta la transaccionalidad y la continuidad de los negocios, agravando aún más el desempeño económico del país.


