Hoy, en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, el ACNUDH presentó una nueva y alarmante actualización sobre la situación en Venezuela. Se denunció que la persecución política sigue vigente, con detenciones arbitrarias, torturas y desapariciones forzadas. La represión no ha cesado.
El informe también alertó sobre la crisis humanitaria que enfrenta el país: millones de venezolanos requieren ayuda, los hospitales carecen de insumos y la falta de ingresos condena a gran parte de la población a condiciones de vida insostenibles. Mientras el régimen intenta proyectar normalidad, la realidad es otra.
Agradecemos a los Estados que hoy alzaron su voz por Venezuela. La comunidad internacional debe mantenerse firme. La vigilancia y la presión son fundamentales para lograr justicia, proteger a los perseguidos y exigir condiciones para una transición democrática.