La visita a la entidad llanera se produce dos días después que recibiera en Miraflores a tres alcaldes opositores de Barinas

Antes de llegar a la tarima para hablarle a sus seguidores en Sabaneta (Barinas), el  presidente Nicolás Maduro pasó frente a la escuela Julián Pino, donde estudió Hugo Chávez. A la entrada del pueblo natal de Chávez, a Maduro le esperaba un montón de motorizados que lo acompañaron en caravana hasta la plaza Bolívar, donde transcurrió el encuentro con sus seguidores.

“Mi primer pensamiento, mi primer recuerdo, mi primer sentimiento al llegar a Sabaneta, es por la memoria y el espíritu inmortal de nuestro amado comandante Hugo Chávez”. Sus primeras palabras ante el público apretujado que lo aplaudía las pronunció casi que como una oración. “Sabaneta nos regaló para siempre al más grande líder que ha tenido este siglo, Venezuela y América Latina”. Los del pueblo le retribuyeron con bulla y aplausos ese cumplido a Maduro, quien le puso el ambiente festivo al acto llamando al centro de la tarima a Yolman Tenepe, descendiente de Alfredo Tenepe, el arpista que grabó El Calipso con los instrumentos propios del joropo llanero. Tenepe la cantó al Presidente un joropo que semeja el contrapunteo de Florentino y El Diablo, pieza que ya Maduro había escuchado dos horas antes cuando visitó la Escuela Estadal  Ramón Reinoso Núñez, que entregó restaurada por las Brigadas Comunitarias Militares (Bricomiles).

Terminó de cantar Tenepe y Maduro prosiguió con la onda llanera, para lo cual llamó al ruedo a Adán Chávez, ex gobernador de Barinas y hermano de Hugo. “Maestro póngame el arpa en La Mayor, para cantar Flor Sabanera”, pidió Chávez para recordar uno de los pasajes llaneros grabado por Eneas Perdomo que más le gustaba a su hermano Presidente.

En medio del acto, Maduro se dio cuenta que desde una pancarta denunciaban una estafa contra productores del pueblo. “Tráeme esa pancarta”, solicitó.

Maduro se despidió de Sabaneta después de bailar con su esposa Cilia Flores el Gallo Pinto y dejar como un murmullo el juramento que viene haciendo de pueblo en pueblo de no dar “descanso a su cuerpo ni reposo a su alma… Hasta lograr la victoria…”. La oración juramentada es una derivación de aquella que hizo Simón Bolívar en el Monte Sacro, pero que fue revivida por Chávez en su época como Presidente y que ahora Maduro rescata.

El jefe de Estado regresó en vehículo a Barinas por un tramo de la autopista José Antonio Páez, cuyas márgenes se veían tapizadas de los frutos del Jobo; con los pasos del río Santo Domingo, los rebaños de ganado, conucos de maíz y cultivos de plátanos.

La visita a la entidad llanera se produce dos días después que recibiera en Miraflores a tres alcaldes opositores de Barinas:

Frenchy Tomás Díaz Rodríguez (Pedraza), Nelson García (Ezequiel Zamora. Santa Bárbara de Barinas) y José Adrián Azuaje (Obispos).

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