El Departamento de Estado de la Administración Biden, los “vamos bien” y la oposición adicta al Smarmatic no se habían enterado de la presencia de tropas, asesores y emplazamientos militares de la Federación Rusa en Venezuela.

Por Pablo Medina

Para todos ellos es preferible, y desde luego más lucrativo, no sacar las narices de las eternas e inservibles salidas electorales para abordar el drama venezolano, que enlodarse con la verdadera verdad que carcome los cimientos de nuestro país.

Venezuela es objeto de una salvaje depredación a escala gigantesca. Chinos, cubanos, fuerzas irregulares desplazadas de Colombia, iraníes y cuanto bicho del bajo mundo se le permita asistir al saqueo de toda una nación, comparten, desde hace añales, el sueño de la Madre Rusia de controlar otro pedacito de tierra más, en las aguas del Mar Caribe.

Todos ellos, junto con una dictadura miserable que se enriquece a manos llenas, cuentan con la asistencia de una oposición política nacional que desempeña el asqueroso papel del proxeneta. Todos ellos son, sin ninguna duda, el verdadero problema de Venezuela.

Hacerles la vida un infierno, a todos estos cómplices de lo malo. Denunciarles. Sabotearles, echar a perder sus marramucias y, sobre todo, no jugar al “cuide”, es hacer Resistencia.

¡En Venezuela hay que empezar por DARLE FORMA a lo posible!

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