Por: José Rafael Ramírez
A Maduro “lo llaman el rey de los burros”. “Basura como tú y tu gobierno tan corrupto”. “A la calle sin miedo el 3 de noviembre a sacar ese gobierno dictador”. “Maduro ¿no serás tú quien debe estar preso con las bandas de ladrones que tiene este gobierno?” “Diosdado tarde o temprano van a pagar todo lo que le han hecho a este país, ratas narcos traficantes….”. Esto y muchos otros calificativos leíamos en el año 2014 en el Twitter de un individuo árabe-venezolano, radicado en la urbanización San Jacinto de Maracay, estado Aragua, de nombre Jean Antiba Abdel.
En ese año 2014 de duras protestas en el país, Jean Antiba Abdel era protagonista en Maracay de hechos violentos. Aupaba a los jóvenes a salir a la calle y los equipaba de bombas molotov, les daba piedras, botellas, cauchos para que quemaran y trancaran calles y avenidas y a él personalmente muchas veces se le vio al frente de esos actos anti-gobierno.
En abril de 2014, funcionarios de la División de Inteligencia de Estrategia Preventiva de la Policía de Aragua (DIEP) le allanaron su apartamento, ubicado en la urbanización San Jacinto, Residencias Ambar, Torre Este, PH 1-A y allí detuvieron a Jean Antiba Abdel y a su esposa, quién nada tenía que ver con las actos “desestabilizadores” de su marido. El jefe de la DIEP, abogado Saúl Ramos, lo presentó ante la prensa, señalándolo como el “Bin Laden” de la violencia y mostrando un lote de bombas molotov que le incautaron al momento de su detención, así como mangueras con clavos, alambre de púa y varios equipos de computadora. Fue puesto a la orden del Ministerio Publico y este lo presentó por ante los tribunales por los delitos de “Intimación publica con artefactos explosivos y agavillamiento” (Causa 3C-21.534-14).
Entre los jóvenes participantes en las protestas siempre se sospechó y lo comentaban entre sí, que Jean Antiba era un infiltrado en la oposición, pues extrañados que cada vez que llegaba la policía a enfrentar las protestas, él desaparecía, mientras que los muchachos eran capturados, puestos presos y torturados. Posteriormente el árabe aparecía convocando nuevamente a través de un grupo de WhatsApp a los jóvenes a continuar con más protestas.
En ese mismo año 2014, Jean Antiba hizo innumerables llamados a través de las redes sociales a la desobediencia, a las protestas, a las guarimbas, así como a desconocer el régimen de Nicolás Maduro. Todo es constatable, solo revisando su Twitter @JEANANTIPAS, donde aún se pueden leer sus mensajes contra los altos funcionarios de este régimen, entre ellos Tareck El Aissami, quién para el momento era gobernador de Aragua. En su Twitter también hay mensajes de alabanza al líder de Voluntad Popular, Leopoldo López.
En el Poder Judicial, luego de ser presentado por ante los tribunales penales, obtuvo beneficios procesales. Por ejemplo, La apertura de su juicio fue estratégicamente interrumpida indefinidamente, para no ser sentenciado en esa oportunidad, lo cual logró, suerte que no tuvieron sus “compañeros de lucha”, quienes si fueron condenados, encarcelados y torturados durante años.
Pasaron 6 años y Jean Antiba Abdel logró sepultar en la tumba del olvido, su feroz lucha contra Nicolás Maduro y régimen y sorprendentemente aparece nuevamente en la palestra convertido en un radical revolucionario chavista. Hoy él mismo pregona su estrecha amistad con quién sustituyó a Tareck El Aissami en la gobernación, general Rodolfo Marco Torres. Gracias a ese vinculo de amistad, hoy el “Bin Laden” del año 2014, celebra contratos millonarios con el Gobierno de Aragua, para pintar con costosas pinturas luminosa, las vías destruidas por el desastre ocurrido recientemente en El Limón.
Además, Jean Antiba Abdel usando el nombre de su amigo, el gobernador de Aragua y, haciendo alarde de su amistad con el mandatario, logró persuadir a jueces para obtener, en el juicio que por esos hechos violentos de 2014 tenía pendiente, una sentencia absolutoria, alegando irónicamente que el allanamiento a su apartamento y su detención fue producto de un montaje del jefe de Inteligencia de la Policía de Aragua, Saúl Ramos.
Así estamos, ayer odiando y calificando de corrupto y narcotraficante a este régimen dictatorial y, hoy amándolo más que los fundadores del chavismo. Vocifera a los cuatro vientos su poderío gracias a la amistad con el general Marco Torres, y con fundamento en esa amistad da órdenes en los tribunales donde tiene abiertas varias causas, por otros hechos que se siguen en su contra, entre ellos por violencia de género; pero nada, tiene poder y dinero bastante que exhibe sin recato, para comprar “justicia”.
Jean Antiba Abdel ha sido siempre un “engañador de gente”. El personaje de esta historia nació en El Líbano el 16 de junio de 1969. Llegó a Venezuela a los 16 años de edad, pero inexplicablemente obtuvo fraudulentamente un acta de nacimiento, según la cual, nació en Caracas y con ella obtuvo la cedula deidentidad V-13.822.041; es decir, arrancó en el país engañando al Estado, luego engañó a la oposición y sobre todo a los jóvenes a quienes utilizó y los condujo a la cárcel; y por lo visto, finalmente ha engañado al gobernador Rodolfo Marco Torres y, actualmente aparece infiltrado en su gobierno, logrando jugosos contratos.
Este hombre, en pasado reciente, feroz anti-chavista y hoy ferviente revolucionario, es propietario de varias empresas y de más de diez camionetas Toyota último modelo, en las cuales se desplaza como un jeque.
To be continued
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