El Departamento de Justicia acusó el jueves al gobernante Nicolás Maduro y al número dos de su régimen, Diosdado Cabello, de convertir a Venezuela en un narcoestado que auspicia el terrorismo uniéndose a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia para exportar toneladas de cocaína a los Estados Unidos.
Los cargos judiciales, dados a conocer por el Fiscal General William Barr en una video conferencia, también incluyen a otros 13 altos funcionarios y del régimen y van acompañados por el anuncio de una recompensa de $15 millones por información que ayude a capturar a Maduro.
Paralelamente, la justicia estadounidense también presentó cargos por separado contra el Presidente del Tribunal Supremo de Justicia del régimen, Maikel Moreno, quien es acusado de aceptar sobornos en esquemas de corrupción vinculados con la estatal Petróleos de Venezuela y contra el Ministro de Defensa Vladimir Padrino López por su participación en las operaciones de narcotráfico.
“Hoy estoy aquí para hablar del ex régimen de Nicolás Maduro y de su participación directa en narcoterrorismo, corrupción, lavado de dinero y narcotráfico”, dijo Barr al inicio de la conferencia de prensa virtual.
Los integrantes del régimen de Nicolás Maduro son acusados de conspirar con las FARC para financiar la guerra del movimiento guerrillero contra el gobierno colombiano a través de cargamentos de droga enviados a través de Venezuela.
Los funcionarios del régimen enfrentan cargos por narcoterrorismo, narcotráfico y tráfico de armas en un esquema diseñado inicialmente en el 2006 para ayudar a las FARC mientras los funcionarios del régimen venezolano engordaban sus cuentas bancarias, alegan los fiscales estadounidenses.
El fiscal dijo que el régimen estableció a partir del 2016 un puente aéreo desde el estado Zulia para enviar drogas hacia América Central y desde entonces los envíos desde allí se han multiplicado por cinco.
De la misma manera, el régimen ha establecido y protege una ruta marítima para transportar droga suministrada por las FARC hacia el Caribe.
“Nosotros estimamos que entre 200 y 250 toneladas métricas de cocaína son transportadas desde Venezuela a través de éstas rutas”, dijo Barr.
EL CASO CONTRA MADURO
El Fiscal Federal del Distrito Federal del Sur de Nueva York, Geoffrey Berman, dijo que Maduro colaboraba en las operaciones del narcotráfico desde el 2006, habiendo participado en las siguientes actividades:
- Desempeñándose como Canciller de Venezuela, acordó en el 2006 ayudar a las FARC a lavar dinero del narcotráfico, recibiendo del grupo guerrillero el pago de $5 millones.
- Participó en una reunión con Cabello, el ex jefe de inteligencia Hugo Carvajal y representantes de las FARC en el 2008 para discutir el suministro de más armamento y dinero a cambio de mayores cargamentos de droga.
- Accedió con las FARC mantener la frontera entre Colombia y Venezuela abierta para facilitar las operaciones de narcotráfico.
- Participó en 2009 en otra reunión con Cabello, Carvajal y representantes de las FARC para negociar un envío de cuatro toneladas.
- Viajó a Honduras en el 2009 para tratar de evitar que el golpe de Estado que se había producido en ese país interrumpiera las operaciones de narcotráfico del Cartel de los Soles.
- Suspendió su participación a la Asamblea General de la ONU en el 2013 para participar en una reunión de emergencia con Cabello y Carvajal para atender la confiscación en Francia de un envío de 1.3 toneladas de la cocaína del cartel.
- Acordó en el 2014 que las FARC entrenara un grupo de milicianos para que sirviera de ejército privado para el cartel.
- Conjuntamente con Cabello, ejerció presión internacional en el 2014 para asegurar la liberación de Carvajal, quien había sido arrestado en Aruba bajo pedido de la DEA.
Los cargos se unen a una larga lista de sanciones ya aplicadas contra el régimen que incluye el congelamiento de los activos del país petrolero en Estados Unidos. La administración de Donald Trump lidera una coalición de casi 60 países que considera que Maduro usurpa la presidencia y que el opositor Juan Guaidó es el legítimo jefe de Estado de Venezuela.
Agentes de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) llevan años recolectando testimonios de múltiples testigos y evidencias sobre el papel de Cabello en el cartel, cuyos integrantes primero brindaron protección a las operaciones en Venezuela de narcotraficantes colombianos pero que luego terminaron sacándolos del camino para quedarse ellos con el negocio en sociedad con la guerrilla de Colombia.
Parte de esas investigaciones sobre Cabello fueron citadas por la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro (OFAC) en mayo del 2018, cuando sancionó a Cabello, quien también es jefe de la controversial Asamblea Nacional Constituyente.
Trabajando con el ex vicepresidente ejecutivo Tareck El Aissami, “Cabello organiza los envíos de droga que se trasladan desde Venezuela a través de la República Dominicana y luego a Europa”, declaró la OFAC al anunciar las sanciones.
DE ESTOS SUEÑOS REVOLUCIONARIOS NACIÓ UN CARTEL
Ambos dirigentes –Cabello y El Aissami– son miembros fundadores de la organización que terminó convirtiendo a Venezuela en un importante trampolín para la exportación de droga colombiana, aseguran los investigadores estadounidenses que por años han estado siguiendo la incursión del chavismo en el narcotráfico.
Según los testimonios recogidos por la DEA, los dos estuvieron presentes en una crucial reunión sostenida en el 2005, cuando el entonces presidente Hugo Chávez impartió órdenes a sus lugartenientes para que facilitaran las operaciones del narcotráfico en Venezuela.
El entonces gobernante venezolano explicó a sus colaboradores que la incursión de su gobierno socialista en el narcotráfico era necesaria para debilitar a Estados Unidos, país que él consideraba enemigo del movimiento revolucionario que estaba adelantando, relatan documentos de la DEA a los que el Nuevo Herald tuvo acceso..
Además de Cabello y El Aissami, en la reunión se encontraban presentes el entonces jefe de inteligencia militar, Hugo Carvajal, el futuro ministro de Defensa Henry Rangel Silva y un juez chavista de alta jerarquía que luego terminó informando a la DEA, siendo identificado en los documentos como “Testigo 1”.
“Durante la reunión, Chávez instó al grupo, en sustancia y en parte, a promover sus objetivos políticos, incluido el combatir a Estados Unidos ‘inundando’ el país con cocaína”, dijo el Testigo-1, cuyo testimonio aparece en el documento obtenido en exclusividad.
“Chávez les ordenó a Carvajal, Cabello, Rangel Silva, y a otros que coordinaran con las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), y Chávez asignó al Testigo-1, entre otros, a cerciorarse de que las autoridades del orden público no interfirieran con estas actividades”, agregó.
En otras de las reuniones, que solían realizarse mensualmente, Cabello describió a los presentes las rutas terrestres y marítimas de tráfico de drogas a través de Venezuela, y Carvajal explicó que las FARC suministrarían los cargamentos de drogas a cambio de armamento de guerra, señalan los documentos de la DEA.
Algunos de los encuentros fueron realizados en la residencia del entonces vicepresidente José Vicente Rangel, y otros en la residencia presidencial de Chávez, agregan los mismos documentos.
MAS PODER Y MAYOR CONTROL DE LAS DROGAS
Puede que el fallecido presidente Chávez haya decidido autorizar el libre tránsito de drogas para golpear a Estados Unidos y simultáneamente ayudar a las FARC a tomar el poder, pero la estrategia desarrolló un efecto contrario, y en vez de cimentar la victoria del movimiento guerrillero en Colombia, fue el narcotráfico el que terminó apoderándose del Estado en Venezuela, aseguran los expertos.
Un informe presentado recientemente en Washington por el American Enterprise Institute reveló que la revolución bolivariana adelantada por Chávez terminó desvirtuándose al poco tiempo de ingresar en las actividades del narcotráfico, con los principales lugartenientes del chavismo eventualmente dejando de lado sus ideales socialistas para quedar reducidos a capos de la droga.