Voceros de PJ, AD, UNT y VP aseguran que más que unas elecciones parlamentarias adelantadas, el país busca un cambio de rumbo político que ponga fin a la crisis. Insisten en que la asamblea constituyente es írrita y por ende no es válido que convoque un proceso comicial para comienzos de 2020. 


Luego del acuerdo que suscribieron algunos grupos minoritarios de oposición con el gobierno de Nicolás Maduro el pasado lunes 15 de septiembre, en uno de cuyos puntos se hace referencia a realizar procesos comiciales, parece inminente que el Ejecutivo, valiéndose de la asamblea constituyente convocada por el mandatario, procederá a organizar unas elecciones parlamentarias adelantadas para comienzos de 2020, con lo que buscará sacar del juego la actual versión del Parlamento, que cuenta con amplia mayoría de la oposición.

El 12 de agosto, la constituyente conformo una comisión para estudiar y hacer “consultas populares”, sobre la necesidad de adelantar las elecciones parlamentarias, y cuatro días más tarde, el propio Nicolás Maduro exhortó al Consejo Nacional Electoral (CNE) y la constituyente a iniciar el proceso. “Me gusta la batalla de ideas, la batalla de calle y en lo político en las próximas elecciones le vamos a dar la pela del siglo a la derecha golpista, vende patria”, expresó el mandatario durante un encuentro de consejos productivos de trabajadores.

Diosdado Cabello, presidente de la ANC, ha dicho que las elecciones de 2020, previstas en la Constitución pueden hacerse en cualquier momento del año, «incluso en enero». El secretario general nacional de Avanzada Progresista, Luis Augusto Romero, confirmo a TalCual  que para esa tolda, firmante del acuerdo con el chavismo, «el tema que tenemos en frente es la elección parlamentaria».

Parlamentarias ilegales

El acuerdo suscrito en la Casa Amarilla, sede de la Cancillería, abriría las puertas para que el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y sus aliados concurran a una justa en la que sus contrincantes serían los partidos MAS, Cambiemos, Soluciones, Bandera Roja y Avanzada Progresista, que tienen una pírrica representación en el Parlamento y que en las elecciones presidenciales de 2018 obtuvieron apenas un millón 927 mil 387 de votos a favor del candidato Henri Falcón.

Ante este escenario, diputados de los partidos mayoritarios de la oposición, de las organizaciones que forman parte del denominado G4 (Voluntad Popular, Acción Democrática, Primero Justicia y Un Nuevo Tiempo), reiteraron a TalCual su rechazo a participar en un nuevo proceso que consideran ilegal, aunque en algunos casos advierten que el tema debe ser debatido para que las fuerzas opositoras tomen una decisión en conjunto.

El diputado Lawrence Castro, de Voluntad Popular, sostiene que la iniciativa de adelantar las elecciones parlamentarias es una propuesta para profundizar la crisis económica y social. “El resultado no va a ser otro distinto al que hemos tenido hasta ahora que es un gobierno ilegal, ilegítimo, desconocido por el mundo y con la posibilidad cierta de que haya una presión mucho más fuerte contra el gobierno usurpador. Ellos actúan de manera ilegal, nosotros estamos activando todos los mecanismos legales e internacionales para rescatar la República”, indica el parlamentario.

Desde su perspectiva, la iniciativa profundizará la crisis económica y social. “Pareciera una decisión política del PSUV mantener el hambre de la gente, el conflicto con el mundo y no buscar una solución consensuada en los términos democráticos, constitucionales”, enfatiza.

Un arrebato

El diputado de AD Williams Dávila precisa que, en los actuales momentos, la prioridad de los factores democráticos es seguir presionando para que en Venezuela se produzca el cambio que el pueblo quiere.

“En el tema de adelantar las parlamentarias está la demostración palpable de que ellos no están buscando ninguna reconciliación ni la paz del país. Lo que quieren es arrebatar todo, y eliminar la AN que es el poder legítimo del pueblo”, indica Dávila.

El parlamentario argumenta que se deben hacer los comicios de diputados cinco años después que los realizados en diciembre de 2015, ya que el período es de un lustro y el nuevo ciclo comienza en enero de 2021. Tocaría hacer comicios en diciembre de 2020.

En opinión de Tomás Guanipa, diputado y secretario general de Primero Justicia, los venezolanos no están interesados en elegir diputados sino un nuevo gobierno y que por ello retan al Ejecutivo a “contarse”.

“Creo que el pueblo venezolano lo que quiere es que haya un proceso presidencial. Es lo que no ha ocurrido desde el año 2018 cuando correspondía constitucionalmente. En ese sentido vamos a seguir luchando para tener elecciones libres. Vamos a tener una respuesta clara y contundente inmediatamente que eso pase, pero lo que no nos vamos a dejar es desviar la atención con un proceso fraudulento cuando no se han cambiado condiciones (para asistir a una elección)”.

Coartada

Por parte de UNT, el diputado William Barrientos, destaca que de realizarse unas elecciones parlamentarias adelantadas se estaría violando el marco legal y además no sería reconocida ni por el grueso de la oposición ni por los más de 50 países que desconocen a Nicolás Maduro.

“Nosotros y aproximadamente 60 pases desconocemos la legitimidad de ese parapeto que se llama asamblea constituyente, así como la del bufete privado de Nicolás Maduro que es el Tribunal Supremo, con sus salas Constitucional, Plena, de Casación y Electoral para armar coartadas en función de perpetuarse en el poder”, advierte el zuliano.

Hace hincapié en que el período de la actual AN culmina el 5 de enero de 2021, por lo que, a su juicio, no hay forma ni manera de que los países aliados, avalen un proceso comicial adelantado.

“El Bloque Democrático desconoce absolutamente eso, Maduro tiene 94,3% de rechazo en el país lo que ha hecho es sumergirlo en la miseria, destartalar los servicios públicos, robarse el dinero, atravesar barreras financieras y meterse en otros tipos de negocios ilícitos. Hay individualidades que han venido conversando (con el gobierno), son de carácter personal y no quiero ni pensar que detrás de ellos hay dinero y se venda la República. Son franquicias, individualidades que en cada proceso electoral aparecen a ver qué pescan”, señala William Barrientos.

Espacios

Ante el dilema de no acudir a un proceso (elecciones parlamentarias adelantadas) que considerarán ilegal y dejar así que estos espacios sean ocupados por el chavismo, se pliegan al planteamiento hecho por el presidente de la AN, Juan Guaidó, en cuanto a que Nicolás Maduro debe dejar el poder para dar paso a una transición y la convocatoria a unas elecciones.

Lawrence Castro asegura que Guaidó va a continuar como cabeza del Parlamento y presidente encargado de Venezuela. «No podemos participar en algo que sea ilegal solamente para tratar de vivir un poquito mejor. Hacerlo nos pondría en el mismo tono de burla que están los que suscribieron el acuerdo con el Gobierno”.

Detalla que continuarán presionando y resistiendo, con mayor presión internacional, para que haya una salida negociada a la crisis.

Para Williams Dávila, aquí se tienen que hacer las elecciones tal cual como lo pauta la Constitución. «Nosotros fuimos electos a finales de 2015, las elecciones son cinco años después de las que se hicieron ese año. No se trata de una concesión especial sino de que se cumpla la Constitución”, argumenta.

En cuanto a participar, señala que es una decisión que tiene que tomar la oposición en conjunto. “Creo que hay que seguir luchando por el consejo de transición que planteó Guaidó dentro del marco del cese de la usurpación, y dentro de ese proceso que toda la oposición decida en función de la unidad, respaldar la decisión que se tome. En este momento la prioridad es seguir presionando para que en Venezuela se produzca el cambio que todo el pueblo venezolano quiere”, indica.

Hoja de ruta

Para Tomás Guanipa, que el gobierno nombre un nuevo CNE sería fabricar un “traje a la medida” del Ejecutivo. “Es un cambio (la propuesta) para dejar la misma tendencia política manejando un Consejo Nacional Electoral que no es independiente ni objetivo”.

“Aquí debe haber elecciones de presidente de la República y Asamblea Nacional, de resto eso es un papel arrugado. Lo que está planteado es una ruta a la cual nosotros acudimos y que está ubicada sobre la base de un país mediador, Noruega. No nos vamos a prestar a ningún tipo de sinvergüenzura”, concluye William Barrientos.

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