Mario Valdes 25-04-2019
Cuando el emperador romano Julio César decide enfrentar a Pompeyo, y toma la decisión de cruzar con su ejército armado El Rubicón (un río pequeño del noreste de Italia que en la época de los romanos estaba prohibido que los generales lo cruzaran en armas), por eso sintió que ya no tenía vuelta atrás, y exclamó: “La suerte está echada”. La historia recogió esta expresión como un hecho significativo en la toma de decisiones, ya sea para seguir adelante hasta la victoria o la muerte.
Juan Guaidó, en 90 días, ha logrado el apoyo nacional e internacional que ningún dirigente político de la oposición venezolana había logrado en 20 años, ha unificado los distintos sectores opositores a Maduro, despertando la esperanza de cambio añorada por el pueblo. Este hombre se la está jugando, anda en una cruzada pueblo a pueblo sin agua y con oscurana despertando el animo y llevando la voz de esperanza para el renacer de la democracia.
En el mundo de hoy “los topo a todos” de la política, así como en el juego de dados, hay que pensarlos bien, porque no se trata del destino de un grupo político o familiar; se trata del destino de un país que también esta dispuesto a todo, porque durante veinte años ha sido testigo de cómo una nación de las más ricas del mundo la convirtieron en pobre, como acabaron con una de las empresas petroleras más grande y rentable del planeta, Pdvsa hoy convertida en un despojo; hicieron un festín con los dólares del Estado, se los robaron todo, hoy no alcanza ni para pagar las nóminas de los empleados públicos; acabaron con las fabricas y los medios de producción; tuvimos los mejores hatos y la mejor ganadería con el pie de cría, hoy en esas fincas no hay ni peladero de chivo; las plantas hidroeléctricas están destrozadas, no hay luz, no hay agua, los servicios públicos no funcionan colapsaron por desidia y falta de mantenimiento; los ríos están contaminados con mercurio por el abuso de la minería ilegal; en los hospitales la gente se muere de mengua por falta de insumos y medicamentos, enfermarse es un delito; no hay alimento, los sueldo son de hambre, el salario mínimo representa menos de 5 dólares, en fin Venezuela vive la peor tragedia en la época republicana.
Siempre hay tiempo. Negocie Maduro
El presidente interino de la república, Juan Guaido, está llamando a una concentración nacional a realizarse el primero de mayo, para seguir protestando contra el mal gobierno de Nicolás Maduro y el cese de sus funciones.
Maduro ya no da más.
Perdió el apoyo de la calle que le dejó Chávez, no tiene respaldo internacional de otrora, los pocos países que lo apoyan lo hacen más por intereses económicos que ideológicos, los políticos de Latinoamérica ya no se retratan con él, hasta Ortega le esta tirando la burra pa´l monte. Maduro no insista en aferrarse en el poder por el poder mismo, cuando tiene a sus conciudadanos muriéndose de hambre y no está en condiciones de resolver ese ni ningún otro problema, no siga sacrificando este pueblo, de un paso al frente. Usted es un hombre inteligente, está a tiempo.
Negocie su retirada. Acuerde con la oposición un gobierno de transición que restablezca la gobernabilidad, que nombre un nuevo Consejo Nacional Electoral y nuevas instituciones que permitan unas elecciones libres y confiables. Es preferible una retirada honrosa que una sacada forzada y eso pudiera suceder.
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